A este Búho le causan gracia algunos personajes que convocan a esas engañosas marchas ‘¡Que se vayan todos!’ y que tanto aplauden las ‘viudas de Castillo’. El desquiciado Antauro, el prófugo y corrupto Vladimir Cerrón y el diabólico Aníbal Torres, ante su fracaso por la escasa convocatoria, se jalan de las trenzas y lloran porque ‘la gente está indiferente, prefiere quedarse en su casa y no sale a protestar’.
Y no se dan cuenta de que el pueblo está harto de violencia sin sentido y prefiere trabajar que paralizar el país en tiempos de crisis económica. El mundo da vueltas. Esos que ahora sueñan con incendiar otra vez la pradera con violencia y muertos en las calles para que ‘caiga el gobierno’, son los mismos que durante un año y medio se ‘hicieron los locos’ y nunca salieron a protestar contra la nauseabunda corrupción del gobierno del incapaz Pedro Castillo, su familia y sus secuaces.
Ahora Verónika Mendoza, Anahí o el investigado por golpista Roberto ‘Caja chica’ Sánchez piden que la gente los acompañe a protestar porque a ellos se les acabó la ‘mamadera’ de los sueldazos y el poder que ostentaban como aliados del profesor. Bien merecido tienen que el pueblo les dé la espalda.
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Hablando de Antauro, increíblemente el cuestionado Jurado Nacional de Elecciones, que preside Jorge Luis Salas Arenas, le está dando pase libre a la inscripción política del partido del violentista Humala Tasso, militar condenado por asesinar a cuatro policías en el ‘Andahuaylazo’ en 2005.
El Jurado acaba de rechazar una tacha en contra de la inscripción de su partido para que esté expedita a participar en el próximo proceso electoral y dinamitar la democracia desde adentro. Antauro sigue su prédica violentista y la ensalza: ‘El problema es que están mariconeando al público diciendo que la violencia es mala’, se queja.
Fusilar a mil 200 congresistas
Entre los puntos que propone, si llega al poder, está acusar y fusilar a los presidentes investigados por corrupción -incluido su hermano Ollanta- y a mil 200 congresistas desde el autogolpe de Fujimori del 5 de abril de 1992. Además de sus amenazas con ‘desaparecer’ la homosexualidad. Justamente la tacha a la inscripción de su partido A.N.T.A.U.R.O. señalaba con justa razón que ‘la doctrina del partido reivindica la utilización del terror, pues su líder sostiene como democráticos actos que serían vistos como totalmente terroristas por el sistema legal peruano y estaría dispuesto a imponer su concepto antidemocrático de democracia vía fusilamientos’.
Analistas sostienen que el Jurado Nacional de Elecciones debió aplicar la misma inhabilitación por la que se tachó la inscripción del Movadef, órgano de fachada de Sendero Luminoso.
Los jóvenes lamentablemente no conocen los orígenes de este peligroso personaje al que parece que el consumo de droga le ha quemado el cerebro. Junto con su hermano Ollanta, en su calidad de oficiales del Ejército, encabezaron una asonada golpista contra el presidente Alberto Fujimori en el Cuartel de Locumba, Moquegua, en el año 2000. Justo el mismo día en que Vladimiro Montesinos fugaba del país en el yate ‘Carisma’.
Luego, Ollanta fue premiado por el presidente Alejandro Toledo con una agregaduría militar en París y otra en Seúl. Su hermano, entre el 1 y 4 de enero del 2005, días después que Toledo pasó a Ollanta al retiro, dio una delirante y sangrienta intentona golpista en Andahuaylas, conocida como el ‘Andahuaylazo’, con un contingente de unos 150 reservistas del Ejército.
El Búho conoció a la familia Humala
El resultado fue cuatro policías asesinados de manera cobarde, tras ser emboscados. Antauro fue condenado en 2009 a 25 años de prisión, pero al llegar a la presidencia su hermano se le rebajó la condena y antes de que culmine Pedro Castillo le abrió las rejas. Este columnista conoció a la familia Humala por las dos campañas que me tocó cubrir. Ahí me di cuenta de una cosa.
El patriarca, don Isaac Humala, adora a su hijo Antauro. En conversaciones familiares hasta le decía ‘héroe’ y se expresaba muy mal del presidente Ollanta cuando estaba en Palacio. ‘Es un pisado de su esposa Nadine ‘, decía sin pelos en la lengua.
Sospechosamente, el Poder Judicial rebajó su condena, pero la madre, la desaparecida Elena Tasso que engreía a Antauro durante la campaña, exigió que ‘se fusilara a los homosexuales porque Jaime Bayly sembraba la inmoralidad’.
Antauro es un psicópata. Nunca se arrepintió de la muerte de los mártires de la Policía, sino que en su cárcel dorada hasta hacía lobbies, cobraba a postulantes al Congreso, hacía ingresar mujeres como si fuera un jeque y prendía ‘tronchos’ en la cara de los periodistas. Ahora está más descontrolado que nunca. Es un peligro para la sociedad. Apago el televisor.
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