Un nuevo hecho de sangre volvió a estremecer a los vecinos de Santiago de Surco. Eran las 9:38 de la noche del miércoles 26 de noviembre cuando César Alonso Alarcón Perales, de 32 años, fue hallado muerto dentro de su vehículo en el jirón Sandro Botticelli, en el asentamiento humano Los Viñedos. El ataque ocurrió pese al estado de emergencia vigente en Lima.
Las cámaras de seguridad captaron el momento en que el auto de la víctima se estaciona en un punto aparentemente acordado. Dentro del vehículo viajaban varios acompañantes. Segundos después, un hombre se acerca directamente hacia el lado del conductor, dando inicio a una discusión que rápidamente se convierte en una pelea a golpes.
Mientras esto ocurre, un auto negro se detiene cerca del lugar. Algunos acompañantes del vehículo de Alarcón descienden, y el copiloto sigue al conductor cuando este intenta huir. La tensión aumenta mientras todos observan la trifulca sin intervenir.
En cuestión de segundos, las cámaras registran el momento preciso en que el agresor dispara dos veces contra Alarcón, impactándolo en el tórax. Tras el ataque, los presuntos sicarios escapan en el auto negro, mientras otro de los acompañantes huye por un pasaje contiguo al jirón Botticelli.
Las primeras diligencias de la Policía Nacional del Perú (PNP) revelan que el ataque tendría relación con la disputa por la venta de drogas en el sector. Entre las pertenencias del fallecido se encontraron bolsitas con clorhidrato de cocaína y marihuana, lo que reforzó la hipótesis de un ajuste de cuentas.
Las autoridades confirmaron que el punto de encuentro fue concertado previamente. Todo apunta a que Alarcón fue citado por las mismas personas que luego lo atacaron. La fiscal de turno informó que los disparos perforaron el tórax del hombre, ocasionándole la muerte de forma instantánea.
En noviembre, Lima y Callao registran cincuenta homicidios pese al estado de emergencia. Este crimen, ocurrido en una zona residencial, aumentó la preocupación vecinal por la peligrosidad de los grupos vinculados al microtráfico.
El área de criminalística de la PNP analiza cuadro por cuadro las grabaciones obtenidas en la zona. La policía busca identificar plenamente a todos los implicados, incluidos los acompañantes que aparecen en el auto y la mujer que escapa por un pasaje cercano.
Según la investigación, Alarcón llegó desde Ica hace seis meses y vivía en casa de un tío cerca del lugar del crimen. Las autoridades señalan que la víctima fue citada bajo la presunta intención de realizar una transacción de droga, lo que coincide con el hallazgo de sustancias ilícitas tanto en el vehículo como en sus bolsillos.
Las imágenes también muestran que eran tres los ocupantes del auto. Pese a que una persona se acerca inicialmente al lado del conductor, es el copiloto quien sigue a Alarcón y le dispara dos veces antes de escapar en el auto negro.
La policía pide la colaboración de los vecinos para obtener imágenes adicionales que permitan reconstruir la ruta de fuga. Cada registro es clave para esclarecer el grado de participación de los presuntos delincuentes.
Las autoridades continúan trabajando en la zona, recogiendo evidencias que permitan determinar la estructura que estaría detrás de la disputa territorial por la venta de droga. Mientras tanto, el asentamiento humano Los Viñedos permanece conmocionado por un crimen que, según la PNP, responde a una pelea por el control del microtráfico.
Los investigadores indicaron que seguirán revisando cámaras de seguridad en las cuadras cercanas al jirón Botticelli. El objetivo es identificar el auto negro utilizado en la fuga y ubicar a los acompañantes que estaban con la víctima al momento del ataque.
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