Al mismo estilo de los cárteles mexicanos de la droga, la sanguinaria banda ‘Los monos de Quepepampa’ torturaban brutalmente a sus víctimas antes de asesinarlas y luego quemaban los cuerpos para enterrarlos en tumbas clandestinas en Huaral.
Huellas de golpes con un objeto contundente presentaba el cráneo hallado en un hoyo, de un metro de profundidad, en una chacra de cultivo de algodón en la zona ‘El Alto’ de Quepepampa, según una fuente policial en Huaral.
Para los detectives antirrobos de la Dirincri que descubrieron las fosas, Luis Morales Arguedas (42), ‘Mono’ o ‘Feo’, y su hermano Alfredo Adolfo (45), ‘Pollo’, este último abatido en una intervención policial, asesinaron cruelmente a la persona cuyo esqueleto fue hallado en la tumba clandestina en Huaral.
PERICIAS
“Creían que era un sicario que fue contratado para asesinarlos, por eso los hermanos, al encontrarlo, lo secuestraron, torturaron y mataron, en agosto del 2015”, manifestó nuestra fuente.
Los investigadores esperan los resultados de las pericias forenses, para confirmar si se trata de la misma persona desaparecida en esa fecha.
Además, sospechan que existen más cadáveres enterrados en las chacras de esta zona en Huaral, pues hay varios desaparecidos.