El fin del matrimonio de Romina Gachoy y Jean Paul Santa María sorprendió a muchos. En comunicado, ellos descartaron infidelidad, pero además la modelo dijo que hay ‘incompatibilidad de proyectos personales y casi no se veían por la carga laboral’. Y aunque muchas parejas ‘rompen’ cada día, ¿la distancia y los proyectos pueden acabar con el amor? Al respecto conversó Trome con la psicóloga y terapeuta de familia, Pilar Rodríguez.
“Las parejas deben conversar sobre sus proyectos de vida y, cuando formen una familia, estos proyectos deben dirigirse a protegerla, no solo a las metas de cada uno, por más buenas que sean”, señala la psicoterapeuta de familia Pilar Rodríguez.
Aclaró que eso no significa frustrar el desarrollo personal o profesional, sino considerar prioridades.
“Conversar con madurez, anticipar proyectos y decidir juntos. Puede surgir una maestría, una beca, un emprendimiento o un trabajo que implica alejarse, pero sin separación emocional: trabajan sus vínculos, evalúan el sacrificio de la distancia y siguen apoyándose”, dijo Rodríguez a Trome.
La psicoterapeuta explicó que la pareja se separa porque ya hubo quiebre emocional-afectivo, no por los proyectos en sí.
“El amor ya se estuvo desgastando. No necesariamente por infidelidad, podría ser agotamiento, rutina, falta de comprensión y admiración; entonces, cualquier proyecto personal que salga será motivo para terminar”, remarcó Rodríguez.
La especialista también indicó que en la separación todos sufren, tienen un dolor y pierden un poco hasta lograr acomodarse a su nueva realidad.
“Hay que ser conscientes de que habrá un cambio importante en la familia y se debe actuar con madurez. Si la pareja se separa, la actitud debe ser con serenidad, consideración y respeto; no con peleas, conflictos, llanto, desesperación, porque los hijos sentirán más el dolor y muchas veces hasta se sentirán responsables y culpables”, sostuvo Pilar Rodríguez, quien también es psicóloga infantojuvenil.
Contenido GEC