Las relaciones que empiezan con infidelidades suelen estar marcadas por el secreto, la adrenalina y la ilusión de lo prohibido. Pero ¿qué sucede cuando lo que comenzó de manera clandestina se formaliza? La psicóloga Mayra Velásquez Puelles señala que, aunque es posible que estas relaciones prosperen, en la mayoría de los casos esto no sucede.
“Muchas de estas relaciones no funcionan porque empezaron solo por pasar el momento y de forma oculta, lo que genera inseguridad y desconfianza a largo plazo”, afirma.
Una de las principales razones del fracaso es la falta de bases sólidas en la relación. Las parejas que comenzaron siendo amantes no tuvieron la oportunidad de conocerse en un entorno abierto y transparente. Al formalizar la relación, la hormona dopamina que generaba la emoción del secreto se desgasta, y con ello la relación pierde intensidad.
Sin embargo, hay parejas que logran superar estos obstáculos. Y para que una relación de este tipo funcione es esencial trabajar en varios aspectos.
♦CONFIANZA. Es crucial reconstruir la confianza perdida, especialmente si ambas partes traen consigo el peso de la infidelidad.
♦DIÁLOGO. Hablar de los temores y dudas, y estar dispuestos a abordar cualquier inseguridad.
♦TERAPIA. Puede ayudar un acompañamiento psicológico para enfrentar los problemas derivados de cómo empezó la relación y a construir una base sólida.
Es bueno aceptar el cómo se inició la relación, pero no vale la pena mencionarlo una y otra vez, pues desata conflictos.
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