Un agente de 59 años se convirtió en el cuarto policía víctima mortal del COVID-19 en la región Ica. Se trata del suboficial brigadier PNP Moisés Castilla Castilla, natural de la provincia de Chincha.
El efectivo, al dar positivo para coronavirus, decidió ser internado en el hospital de Chincha, donde lamentablemente perdió la batalla contra la enfermedad.
Ayer sus compañeros y colegas le rindieron un merecido homenaje. Un contingente policial acompañó al féretro, desde la salida del hospital San José hasta su última morada en el Cementerio General de Chincha.
El efectivo policial deja una viuda e hijos, quienes recibieron de parte del coronel PNP José Antonio Santana López, jefe del Frente de Defensa Policial de Ica, el quepí y el pabellón nacional, símbolos a los que juro amor y lealtad.
El policía trabajaba en la Comisaría Sectorial de Pisco, donde se habría contagiado durante su patrullaje diario.
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