Cerca de un centenar de militares y policías en Cañete, tuvieron que realizar disparos al aire para dispersar a un grupo de personas, que impedían el ingreso de un ataúd con los restos de un fallecido infectado con COVID-19, al cementerio General de San Vicente donde iba a ser sepultado.
Los moradores de la avenida 9 de Diciembre y adyacentes al camposanto, se opusieron al entierro porque consideraban al cajón como un ‘foco infeccioso’. Es por eso que impedían su ingreso.
Sin embargo, los custodios tuvieron que hacer disparos disuasivos al aire y posteriormente corretearon a los opositores. Hubo algunos detenidos que fueron llevados a la comisaría de San Vicente para las respectivas investigaciones.
El incidente fue grabado y se aprecia como los uniformados persiguen a un grupo de personas hasta una vivienda para intervenirlos. Finalmente, las autoridades pudieron sepultar al occiso.
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