Siete días después de ‘resucitar’ en la sala de su casa, donde era velada dentro de un ataúd, una mujer de 76 años finalmente falleció en la unidad de cuidados intensivos de la ciudad de Babahoyo, en Ecuador.
Bella Montoya había conmovido al mundo al despertar, dar alaridos y tocar desesperadamente el féretro, mientras sus familiares se preparaban cambiarle de ropa antes de sepultarla. Había pasado cinco horas en el cajón.
Sus hijos y familiares cercanos llamaron de emergencia a una ambulancia, que la condujo al hospital Martín Icaza, donde permaneció siete días internada. Finalmente falleció de un accidente cerebrovascular isquémico, según reveló el Ministerio de Salud de Ecuador.
Su hijo Gilberto Barbera Montoya dijo que no ha recibido ningún informe de las autoridades sobre lo sucedido hace siete días y agregó que las cosas ‘no se van a quedar así’.
Dijo que la hermana de su madre se había quejado formalmente, buscando identificar al médico que la declarada muerta.
Un comité técnico revisará cómo el hospital emite los certificados de defunción, dijo la semana pasada el Ministerio de Salud del país.
Bella se enfermó el viernes 9 de junio y fue trasladada al Hospital Martín Icaza de la provincia de Los Ríos, donde fue ingresada a las 9 de la mañana y declarada muerta a las 12 de la noche tras sufrir un derrame cerebral, según informó su hijo.
Montoya pasó cinco horas dentro del ataúd y estaba a punto de ser cambiada de ropa cuando su familia notó que daba señales de vida alrededor de las 20.50 horas.
“Mi madre empezó a mover la mano izquierda, abrió los ojos, la boca”, dijo Barbera Montoya al periódico local El Universo. Estaba haciendo un esfuerzo por respirar.
Las imágenes lo muestran instruyendo a una persona para que llame al 911 mientras él y otra persona colocan sus manos alrededor de la cabeza y el brazo izquierdo de su madre.
Se puede ver a la Sra. Montoya luchando por respirar y moviendo la mandíbula.
Momentos después, llegaron los paramédicos y colocaron su cuerpo en una camilla antes de llevarla de urgencia al Hospital Martín Icaza, donde fue internada en cuidados intensivos.
Los expertos médicos creen que la Sra. Montoya estaba en un estado de catalepsia o cataplejía, una condición caracterizada por “pérdida temporal del control muscular que resulta en debilidad y posible colapso”, según el NHS.
El certificado de defunción dijo que su muerte fue causada por un “paro cardiorrespiratorio debido a que padecía una enfermedad cerebrovascular no especificada”.
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