Las tasas de criminalidad en América Latina y su relación con delitos resueltos parecen no tener comparación, siendo más notoria una creciente inseguridad en la región. Es por ello que situaciones extremas comienzan a verse cada vez más seguido, algo que se puede apreciar en un hecho ocurrido en Argentina.
Tal como informa La Nación, una carnicería de la localidad de Zárate fue asaltada por dos sujetos armados. Ello redujeron al dependiente de la tienda, se llevaron el dinero de la caja y se retiraron haciendo disparos al aire.
El comerciante, quien fue identificado por Télam como Daniel Oyarzun, no se quedó de brazos cruzados y subió a su auto Peugeot 306 y empezó a seguir a los dos delincuentes que habían perpetrado el hurto. Una fuente judicial aseguró que esta persecución puso en riesgo la vida de terceros.
El asunto entre el carnicero y los ladrones terminó a casi 400 metros del establecimiento, donde el afectado atropelló a los dos desadaptados. Uno de ellos huyó, mientras que su compinche quedó atrapado entre un poste y el auto.
Lo peor llegó después cuando los vecinos de la zona comenzaron a golpearlo e insultarlo por la mala acción. El herido murió en el hospital tras ser auxiliado por la Policía que llegó al lugar.
Una de las cosas más polémicas del caso es que la figura de la muerte hace que el evento se configure, de primera mano, como un homicidio. Todavía hacen falta declaraciones que determinen si el carnicero actuó en defensa propia.
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