Un equipo de Trome llegó hasta la provincia de Paucartambo en Cusco, ubicada a casi 3000 metros sobre el nivel del mar y a 100 kilómetros de la provincia de Cusco, para explorar los más increíbles paisajes del Parque Nacional del Manu, un área protegida que alberga una basta biodiversidad.
En medio de la travesía, también pudimos tener acceso a las nuevas actividades económicas que las diferentes comunidades llevan a cabo para autosostenerse y, al mismo tiempo, preservar el ecosistema y las especies que el mismo alberga. Es así que pese a sus ancestrales conocimientos y dinámicas, hoy comulgan en paz con la naturaleza que los rodea.
Nuestro recorrido empezó por la estación biológica Wayqecha, un lugar dedicado a la investigación ecológica aunque se centra especialmente en el estudio del ojo de anteojos, también llamado oso andino o ‘ukuku’ en el lenguaje popular de las comunidades colindantes al lugar.
Según la misma población, al inicio su relación con ukuku no era la mejor. Y es que el oso andino, que vive en lo alto de la montaña, bajaba hasta sus sembríos de maíz y hortalizas para alimentarse. Es así que lo repelían, poniendo el peligro no solo su vida, sino también las funciones que desempeña dentro del ecosistema.
Es en ese momento que la investigación y la empresa privada intervienen, con propuestas sostenibles que beneficien a la comunidad de manera económica y, al mismo tiempo, colaboren en la preservación de las especies del lugar.
A finales de mayo de 2024, varias familias de la comunidad del distrito de Challabamba, en Paucartambo, dieron un importante paso en cuanto a sus dinámicas económicas sostenibles.
Agrupadas en la Asociación de Agroexportadores UKUMARI Paucartambo, fimaron un convenio con la empresa Amarumayu del Grupo AJE y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) para promover la cadena de valor sostenible del aguaymanto, el ‘berry dorado’ del Perú.
Es así que este convenio les permitirá vender, por cinco años, toda su producción para fabricar las bebidas BIO Amayu, al mismo tiempo que se comprometen a mantener un cultivo y recolección sostenible del superfruto, además de respetar al oso andino.
Alberto Suárez, Gerente General de Amarumayu, contó a Trome que el aguaymanto no está dentro de la dieta del ukuku, por lo que la siembra de estos cultivos a la mitad de la montaña permite que el maíz y hortalizas de la comunidad se mantengan a salvo en el valle, mientras el oso de anteojos queda protegido en las cimas de los cerros.
Además, uno de los miembros de la Asociación de Agroexportadores Ukumari Paucartambo nos reveló que hace varios años dejaron de realizar quema de cultivos de manera indiscriminada, que llegaban a incendiar las montañas en varias oportunidades. Ahora, con una visión más sostenible de su economía, limpian sus terrenos para la nueva siembra de manera controlada, de tal forma que no dañan el ecosistema.
“Para el Grupo AJE es un orgullo firmar un acuerdo de este tipo, con el cual seguimos empoderando a las comunidades que viven en el Valle del Río Mapacho, que son el eje central de esta importante iniciativa. Con este convenio, no solo estamos conservando cientos de hectáreas de bosque, sino también formentamos así la biodiversidad y la protección de diversas especies de la zona, entre ellas el oso de anteojos”, dijo Suárez para Trome.
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