El sueño premonitorio del pastor Alberto Santana iba ser realizado con el trabajo arduo de sus seguidores. Así lo denunció un expredicador del Aposento Alto, quien aseguró que tuvo que renunciar a la iglesia por la presión que sufría para conseguir dinero para llegar a la meta: comprar el estadio de Alianza Lima.
Erick Flores estuvo dos años y medio en la iglesia del pastor Alberto Santana. Se certificó como predicador y tuvo a su cargo a seis personas, según indicó al noticiero de 90 Matinal. Pero no todo era doctrina.
Según denunció, era obligado a pagar una cuota mensual de 3000 soles al Aposento Alto. Si no llegaba a la meta, tenía que hacer actividades como polladas e incluso vender tickets para conciertos para así lograr el objetivo.
El joven de ahora 23 años contó que renunció al Aposento Alto por la presión de la que era víctima para llegar a su cuota. Según aseguró, muchas veces tenía que poner de su propio bolsillo ya que sus superiores le llamaban la atención si no cumplía.
Además del estrés económico, Erick Flores denunció que también le prohibían actividades convencionales como tener enamorada 'de mundo' (que no pertenezca al Aposento Alto) o inclusive ir a la playa o a la piscina, ya que exponían sus cuerpos desnudos.
Finalmente, el expredicador del Aposento Alto recomendó a los aún fieles de la iglesia del pastor Alberto Santana que recapaciten y se den cuenta que se quieren aprovechar de ellos. En ese sentido, hizo un llamado para que abandonen la secta y busquen otro camino para encontrarse con Dios.
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