Una gran parte de los símbolos y monumentos de la antigua Unión Soviética han sido destruidos, pero alguien en la ciudad de Voronezh tuvo una idea más original. Se le ocurrió convertir la estrella de cinco puntas de la torre de un edificio en Patricio, entrañable mejor amigo de Bob Esponja.
Y aunque el acto vandálico le pareció divertido al 60% de ciudadanos del lugar, la policía no lo tomó con humor y ya empezó la investigación para encontrar a los responsables que podrían pasar hasta 15 días tras las rejas.
Por su parte, un grupo de constructores especializados en levantar estructuras aclaró que no cometió la falta y se ofreció a refaccionar la vieja estrella, un trabajo que podría costarle al gobierno de la ciudad más de 1.500 dólares.
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