Existen palabras o frases que uno empieza a utilizar desde que tiene uso de razón y cuya existencia data de antaño, incluso siglos anteriores. Eso ocurre con la popular frase “ser pájaro de mal agüero”: un enunciado que actualmente tiene una definición en la Real Academia Española (RAE) y cuyo origen se remonta a la época de los romanos.
Esta frase la hemos oído decir a nuestro abuelos, padres, nosotros mismo lo usamos y nuestra descendencia lo utilizará. No obstante, no todos conocen el significado original de esta acepción.
Sin embargo, y en favor de esta frase, su uso ha llegado a todos los rincones de habla hispana por lo que la RAE ya lo considera dentro de su diccionario de modismos y frases coloquiales.
De acuerdo a la RAE, el significado de esta frase es “persona que acostumbra a anunciar que algo malo sucederá en el futuro”.
Yendo un poco más alla, hoy la palabra agüero se usa para referirse a pronósticos, favorables o adversos, formados supersticiosamente por señales o accidentes sin fundamento.
Sin embargo, es la primera acepción de agüero que ofrece la RAE la que da pistas sobre el origen de la frase en cuestión: “procedimiento o práctica de adivinación utilizado en la Antigüedad y en diversas épocas por pueblos supersticiosos y basado principalmente en la interpretación de señales como el canto o el vuelo de las aves, fenómenos meteorológicos, etc.”.
Para conocer el origen de este célebre enunciado hay que regresar hasta la época de los romanos. Aquella era una época de muchas supersticiones y los agüeros, o augures, eran maestros en la práctica de la adivinación.
Siendo más precisos: decían ser capaces de predecir el futuro a través del comportamiento de las aves. La dirección en la que volaban, cómo cantaban o cómo agitaban las alas los pájaros eran signos de los dioses que los agüeros sabían interpretar. Cada especie de ave llevaba su particular mensaje oculto.
No obstante, los clarividentes preornitólogos aún son anteriores a los romanos y están relacionados con el término auspicio, cuya definición es protección y señales prósperas o adversas y es sinónimo de agüero. En latín, auspicio (auspicium) significaba literalmente “el que mira a los pájaros”.
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