Trabajo en equipo. ¿Cuántas veces hemos escuchado este término, sobre todo en nuestros centros de trabajo? Y es que la inteligencia colaborativa está asociada, precisamente, a la capacidad que tenemos para discernir entre diversas opciones y alcanzar una meta, pero no de manera individual sino en conjunto, poniendo en práctica el trabajo en equipo.
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Si bien, este tipo de inteligencia no forma parte de las ocho categorías que distingue la teoría de las inteligencias múltiples propuesta por Howard Gardner, ni tampoco está presente en la teoría triárquica de la inteligencia de Robert Sternberg, la inteligencia colaborativa está cobrando cada más notoriedad, sobre todo en tiempos como los actuales, cuando la tecnología es parte de nuestro día a día.
Por eso, no resulta extraño que frases como “el talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos”, o “ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros juntos”, se mencionen con más frecuencia.
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Como tampoco resulta extraño que el vínculo entre inteligencia colaborativa y empresas se haga cada vez más notorio pues, como señalan muchos expertos, el trabajo en equipo de la mano de la inteligencia colaborativa se puede convertir en la clave del éxito empresarial.
¿Por qué? Sucede que es bien sabido que en muchas ocasiones, el talento de manera individual no basta y una persona no siempre es suficiente para encontrar la mejor solución o generar las mejores ideas que nos permitan enfrentar un problema.
En ese sentido, fomentar el trabajo en equipo permite sacar un mayor y mejor provecho del talento que tiene una empresa, y también se convierte en la mejor evidencia de que la inteligencia colaborativa –como señalan en el Innovation Center for Collaborative Intelligence (ICXCI)– “contribuye a superar los retos y dificultades que plantean las distintas actividades humanas en un entorno cada vez más complejo y cambiante”. Por lo que también conlleva hacia una manera más creativa y eficiente de trabajar.
Aun cuando por estos días, muchas empresas continúan en modo trabajo remoto, desarrollar y promover la inteligencia colaborativa resulta necesario y posible.
Para ello no solo se puede echar mano de las diferentes herramientas que nos permiten seguir en contacto y trabajar en línea. También es posible hacerlo generando espacios que nos permitan trabajar en equipo, pero motivando la participación de quienes estén involucrados. ¿Cómo? Los, juegos, incentivos y premios –a decir de los expertos– suelen convertirse en el aliado que se necesita.
Pero, también se puede impulsar la inteligencia colaborativa rotando a los responsables de los proyectos que se generen. De esta manera, todos los colaboradores se sentirán motivados porque tendrán “su” momento. Aunque también será importante que los resultados que se consigan se hagan públicos porque así sentirán que el esfuerzo no ha sido en vano.
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