El Chato Matta llegó al restaurante por un cebichito de mero y un pescadito a la chorrillana con ajicito molido. Para calmar la sed pidió una chicha morada heladita. “María, el gran Pancholón me timbró apenas bajó del avión que lo trajo de Santiago. ‘Chatito, vuela, ya estoy en el sauna, van a poner hierba fresca, baja urgente’... ‘Causita -me dijo el gordito- nunca vi un partido tan malo de la selección. Mi hígado terminó reventado. Me fui a botar las penas a la Caleta de Chucuito. Separé una mesa especial para ir con mi ‘catira’ venezolana mamacita que es mi nuevo amor. Los abogados del Callao volaban, murmuraban, comentaban y se preguntaban qué les dirá Pancholón que siempre lo vemos rodeado de bellas mujeres como Héctor Lavoe’. En eso, uno de ellos le pregunta delante de todos cuál es el secreto para conquistarlas.
El gordito se puso serio y soltó sus tips. ‘El primer requisito para enamorar a las damas es tener carisma. Los atorrantes y patanes no corren. Tienes que hacerla sentir que es la única y cuando comparten la intimidad esforzarte con el ‘salto del chanchito’, dejarlo todo en la cancha como Gallese que es el único que se salva de la selección y tapa hasta con la cara. Ya estaba picadito y me fui a la mesa especial que había reservado para estar con mi ‘catira’ y en eso se escucharon unos tremendos gritos.
Era la abogada, quien me había seguido y estaba histérica, como una loca. Se sentó al frente furiosa. Me mataba con la mirada. Un poco más y arma el broncón a la venequita en pleno local. Pero se fue al estrado y le pidió a la cantante que le dedique ‘Mal hombre’ al infiel. ‘Va para ti, desgraciado’, le increpó. ‘Has destrozado mis ilusiones/ has hecho trizas mi corazón/ y te has burlado de mi confianza/ y me has dejado sin tu calor/ malo, perverso, desalmado. mal hombre, acomplejado, sátiro, enfermo y cruel, canalla, estúpido engreído, rufián cual engreído, neurótico, infiel’… Asu, la cosa se puso brava. Cuando la sangre iba a llegar al río, apareció el gran ‘Calulo’ para aprovechar que la abogada estaba dolida y consolarla. Paño de lágrimas. Pancholón le cantó mismo Vity Ruiz: ‘Igual que tú, mi hermano, soy galante... como tú siempre has dicho voy pa’ lante... Todo queda entre familia, como tú y yo somos hermanos, por amor no hay que pelear...’. Pero la ‘catira’ se me fue encima: ‘Eres un falso, basura, olvídate de mí. No puedo estar con un hombre que no respeta a nadie’ y le metió un cachetadón que sonó en todo el Callao”. Pucha, ese señor Pancholón nunca va a cambiar, encima lleva a sus conquistas al mismo lugar, es un cochino y sinvergüenza”. Se va a quedar solo, viejo y triste. Me voy, cuídense.
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