Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un tallarín saltado de pollo con su ajicito molido y una jarrita de chicha morada. “María, en estos tiempos de crisis es hora de los emprendedores, de esos peruanos que se levantan de las fuertes caídas y construyen, de la nada, empresas que con el tiempo serán exitosas.
Debido a la crisis política, como lo dijo hace unos días la economista Mercedes Aráoz, no se están produciendo inversiones privadas de gran envergadura, y eso afecta el crecimiento y habrá menos empleo. Felizmente los alimentos, como el pollo, el limón y la cebolla, están bajando después de haber experimentado precios prohibitivos.
Necesitamos las divisas de fuera, en especial para abrir más yacimientos mineros. ¿De qué vale que los tengamos enterrados, sin darles valor? La gente que se opone a las nuevas exploraciones mineras le hace el juego a la minería ilegal, que se mete con todo a esos lugares, depredando la naturaleza y trayendo además consigo a gente de malvivir.
Por eso, ante la falta de inversiones, los mismos peruanos debemos salir adelante con nuestros negocios y emprendimientos de ropa, artesanía, comida o tecnología. Se puede empezar con algo pequeño, en casa, o con algo mediano, ubicado en un lugar alquilado. Para eso hay que planificar y ponerle mucho corazón y amor. La pequeña y mediana empresa es la que aporta la mayor parte de los puestos de empleo en el país.
Por eso el Gobierno y las municipalidades deben eliminar cualquier barrera burocrática para que abran más negocios legales, pues estos no solo dan trabajo a los peruanos, sino que aportan impuestos vitales para las obras. Por eso, si estás pensando poner algún negocio, esta es la hora.
Aquí les dejo algunos consejos que les servirán de mucho a la hora de invertir:
- Comienza rápido, cuanto antes, y aprende todo lo que puedas. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. En tiempos de crisis es cuando sale toda nuestra creatividad.
- No pienses en hacerte rico, piensa en el cliente. El dinero llegará después. Primero dedícate a hacer un buen producto y servicio que mantenga contenta a la clientela.
- Controla los gastos. Anda de a pocos. No despilfarres, mide el crecimiento que tengas antes de tomar alguna decisión importante.
- Rodéate de gente que te ayude en el proyecto y tenga buenas vibras. Esos son los que sostendrán tu ánimo.
- Sé un jefe motivador y empático. Las personas trabajan mejor con alegría”. Buenos consejos. Me voy, cuídense.