
Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una chuleta frita doradita, con arroz graneado, ensalada de cebollita con hierbabuena y, para tomar, un refresco de maracuyá friecito. “María, leí en Trome la historia de Maritza Rodríguez López, la madre de tres hijos que empezó vendiendo sus ricas causas de pollo cuando solo tenía 18 años, hace 25 años, tocando de puerta en puerta en el Callao.
Vivía cerca al picante barrio de Los Barracones. Pero desde chiquilla se dedicó a trabajar con ahínco, en lugar de irse por el mal camino como pasa con tantas chicas y chicos que quieren vivir bien, pero que la plata les caiga del cielo. Es conocida como ‘Mari Causa’ y hoy ofrece diez variedades de causa, entre ellas de pulpo al olivo, pulpa de cangrejo, de lomo, de langostino.
Tanto éxito ha tenido que hoy forma parte del Patronato de la Cocina del Callao y representará al Perú en una feria en Santa Marta, Colombia, en julio próximo. Cuenta que a sus hijos les dice: ‘Se tiene vergüenza para robar, no para tocar puertas’. Señala que el secreto para el éxito de sus ricas causitas es que las prepara pensando en ellos. La situación en el país está complicada y siempre hemos atravesado crisis, pero no nos podemos rendir. Mucho menos dedicarnos a la delincuencia con el pretexto de que ‘no hay trabajo’.
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