Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unos tallarines rojos con pollo y su papa a la huancaína al lado. Para tomar pidió un refresco de durazno heladito. “María, el pueblo sigue sufriendo no solo por los , desbordes y aniegos, sino porque los alimentos están que suben como globos de gas en los mercados.

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El pollo sigue por las nubes, al igual que el queso, los limones y las frutas. Las carreteras están destrozadas y los camiones con productos tienen que hacer varios trasbordos para llegar a los grandes centros de distribución. Hace menos de un mes los alimentos estaban caros por los bloqueos de los violentistas que defendían al corrupto de .

Al final es el pueblo el que sufre, por más que los comunistas y ‘caviares’ digan que luchan por ellos. La gente está volviendo a comprar menudencia, huesitos, alitas y espinazo para parar el almuerzo del día. Y lo peor es que el Estado no tiene plan de contingencia para evitar esta espiral alcista. Todo lo deja al bendito mercado.

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Con todo lo que está pasando en los últimos años, es mejor que la gente comience a sembrar sus huertitos, como hacían antes las amas de casa, o tener sus corrales de pollos, cuyes, gallinas y pavos. Pero lo veo difícil.

Los peruanos le han agarrado horror a los jardines o espacios libres. Todo lo llenan de cemento para tener espacio. Ni un metrito dejan para sembrar árboles que les traigan sombra y refresco, más aún en estos tiempos en que el cambio climático se está viendo con mayor lucidez.

Por eso algunos consejos a las mamitas para poder parar la olla:

  • Compre para toda la semana y si es al por mayor, mejor. Si compra poco le costará más. Vaya a los mayoristas y compre bastante. En especial productos no perecibles como arroz, azúcar, fideos, frejoles o menestras.
  • Solo compre lo necesario, lo que se vaya a comer en la semana. No se emocione por las ofertas de productos que no comerá y dejará malograr.
  • Reemplace los alimentos muy caros por otros. Por ejemplo, la carne de pollo por menudencia. También está el hígado, que es más barato que la carne de res.
  • Para que le sobre la plata, reduzca los pagos por servicios. Apague las luces de la casa que no necesite. Desenchufe artefactos como computadoras, televisores o microondas.
  • Evite las salidas a los restaurantes, mejor cocine en casa. Al menos hasta que pase la emergencia.
  • No maltrate a sus tarjetas de crédito. Solo gaste lo que pueda, salvo que sea una gran emergencia. Piense que algún día lo debe de pagar y puede que no le alcance su sueldo”. Buenos consejos de Gary. Me voy, cuídense.

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