Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unos pallares con picante de pollo, arroz, sarsa criolla y rocotito molido. Para tomar pidió una jarra de naranjada con hielo. “María, medio Perú está en emergencia a causa del , que ha provocado intensas lluvias en el norte, centro y Lima, así como desbordes y huaicos que ya llevan causando la muerte a más de 50 personas, aparte de la destrucción de carreteras, puentes, viviendas y otro tipo de infraestructura.

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También hay mucha gente herida o en shock tras haberlo perdido todo. Sumado a esto, se ha alertado sobre una epidemia de dengue y chikungunya, a raíz del agua empozada en muchos distritos del norte y la capital del Perú. Como se sabe, esta es una enfermedad mortal causada por el mosquito aedes aegyti y es endémica en el Perú. Por eso no acaba mi indignación con la actual ministra de Salud, Rosa Gutiérrez, quien se mandó un viajecito, con hijo incluido, a Estados Unidos, mientras el país se debate en una zozobra producto de una emergencia natural.

¿Tan importante, vital, de vida o muerte era esa reunión de la Organización Panamericana de la Salud para que la principal autoridad de ese rubro abandone el país en momentos como este? “Maliciosamente se hace ver que la ministra se ha ido de paseo”, ha dicho como toda explicación, pero lo que sí es un hecho cierto es que es indolente.

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Ella ha debido estar monitoreando en persona las acciones de salud en todo el país, ver si los hospitales están equipados, las brigadas de atención inmediata, la infraestructura, las ambulancias y la disposición de personal médico. Pero no, la ministra se fue nomás y dice que desde allá veía todo.

No sé qué espera el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, o la mandataria Dina Boluarte, para sacarla. No es una persona comprometida. ¡Hay miles de heridos y ella se va de viaje, cuando pudo mandar a un funcionario de menor rango! ¿O sea, para viajes al extranjero sí hay plata? Porque hace poco Boluarte dijo que no tenían ni para motobombas ni maquinarias y por eso no podían atender como debían a los damnificados.

Qué mal estamos con estos funcionarios indolentes y con poco criterio. Angurrientos de viajes y gollerías con la plata de todos los peruanos. Todos parecen ser iguales: Alcaldes, ministros, congresistas, burócratas.

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Llegan al aparato del Estado y se sienten como reyes, creyéndose que lo pueden todo y nadie les debe decir nada. Necesitamos otra clase de gobernantes, aquellos que sí tienen vocación de servicio, que sí se pueden sacrificar en aras del prójimo y que su único objetivo sea el bien público y no su propio bien. Hay que hacer un corte, señora presidenta Boluarte.

Rodéese de gente profesional y con empatía con los peruanos que sufren en esta hora tan difícil”. Bien dicho por Gary. Me voy, cuídense.

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