Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pollito al horno con papas doradas, ensalada fresca y arroz. Para tomar pidió una jarrita de chicha morada. “María, San Juan de Lurigancho es el distrito más poblado del país, con más de un millón 300 mil habitantes y ubicado a solo 15 minutos del centro de Lima. Pese a su tamaño y población (tiene más habitantes que Arequipa, la segunda ciudad del Perú), luce abandonado por el gobierno central y la Municipalidad de Lima por décadas.
Actualmente, está bajo el Estado de emergencia debido a que mafias peruanas y extranjeras han comenzado a extorsionar a comerciantes, transportistas y promotores de fiestas con un saldo de varios muertos. La medida ya lleva más de un mes, pero todavía no se está haciendo mucho por darle seguridad a los vecinos. El sábado, en la primera Audiencia Vecinal en el distrito, organizada por el diario El Comercio, con apoyo de IDEA Internacional y en alianza con Trome, el alcalde Jesús Maldonado sostuvo que la presidenta Dina Boluarte anunció la instalación de 500 cámaras en su distrito, pero sin presupuesto asignado.
En unos días más abrirá en ese pujante distrito el Mall Aventura, el primero en la zona, lo que traerá progreso y permitirá a los usuarios un lugar de esparcimiento y compras de primer nivel. Adicionalmente, a eso, generará cientos de puestos de trabajo. Sin embargo, la principal preocupación es la seguridad. Por ello, el director de Trome, Carlos Espinoza, indicó: “Es muy importante escuchar la voz de los vecinos, quienes tienen que participar en la solución de los problemas del distrito. Estas audiencias sirven para que ellos expresen su voz y el alcalde los escuche”.
Así es. El gobierno tiene que dejar sus frivolidades, como los viajecitos de turismo de Boluarte a Europa, y dirigir personalmente el combate a ese flagelo que es la extorsión y la prostitución clandestina. Sin eso, todas las inversiones se irán al agua. La gente no puede trabajar con el temor de recibir un balazo si no paga un cupo. En San Juan de Lurigancho no solo operan las mafias de la extorsión y la prostitución, también las bandas de traficantes de tierras.
Estas se apropian de terrenos del Estado, los venden a gente humilde y encima les cobran a estas cupos hasta por poner un letrerito de negocio en sus casas. Y al que se opone le meten bala. Así no puede vivir la gente. Si de verdad el gobierno quiere combatir el hampa, debe dotar de más patrulleros, comisarías y personal policial a ese distrito. Y hace falta mucha inteligencia para capturar a los cabecillas de las organizaciones criminales. Ya basta de tanta inacción e indolencia con la gente trabajadora”. Muy bien dicho, Gary. Me voy, cuídense.
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