Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por su plato de pallares con seco de cabrito al estilo norteño encima, arroz bien graneadito y rocotito molido. Para tomar, se pidió una taza de manzanilla para bajar la grasita.
“María, leí la interesante nota que le hizo la periodista Isabel Medina, de Trome, al psiquiatra Carlos Bromley, quien habló sobre la salud mental en el Perú. Es más, este destacado especialista dijo algo que quedó grabado en mi mente: “No es necesario tener una enfermedad mental o estar ‘loco’ para acudir o visitar al psiquiatra, pues estos profesionales de la salud mental pueden ayudarnos a mejorar la calidad de vida enseñándonos a resolver problemas que afectan nuestro bienestar”.
Palabras para tener muy en cuenta. El último miércoles se celebró el ‘Día de la Psiquiatría Peruana’ (establecido en 1986) y Bromley también reveló que a los adultos peruanos, los principales problemas de salud mental que los aquejan son la depresión, la ansiedad, el estrés y el consumo de alcohol; mientras que en los menores son las dificultades con el aprendizaje y el desarrollo. ¿Y por qué tenemos estos males emocionales?
Los provocan diferentes cosas y aunque suene poco creíble, son las cotidianas. Así, tenemos estrés, tráfico vehicular, exigencias académicas o laborales, robos, deudas, problemas con los hijos y pareja, enfermedades y dificultades sentimentales, entre otras. Por eso, es bueno reconocer los síntomas de una persona con males mentales, para poder actuar a tiempo:
- Sentimientos de tristeza o desánimo.
- Pensamientos confusos o capacidad reducida de concentración.
- Preocupaciones, miedos excesivos o sentimientos intensos de culpa.
- Altibajos y cambios radicales de humor.
- Alejamiento de las amistades y de las actividades.
- Cansancio importante, baja energía y problemas de sueño.
- Desconexión de la realidad (delirio), paranoia o alucinaciones.
- Incapacidad para afrontar los problemas o el estrés de la vida diaria.
- Dificultades para comprender y relacionar las situaciones y las personas.
- Problemas con el uso de alcohol o drogas.
- Cambios importantes en los hábitos alimenticios.
- Exceso de enojo, hostilidad o violencia.
- Se comienza a tener pensamientos suicidas.
Quienes presenten uno o varios de estos síntomas, deben consultar a un profesional de la salud mental y recibir todo el apoyo de sus seres queridos”. Como dice mi amigo Gary, hay que cuidar la salud mental de los peruanos. Me voy, pensativa. Cuídense.