Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un mondonguito a la italiana con rocotito y, para tomar, una chicha morada fresquecita.
“María, la infidelidad es uno de los grandes peligros para el matrimonio, pues si la persona que engaña es descubierta, es muy probable que la relación se destruya. Esto causa mucho dolor a las partes involucradas, pero si hay hijos de por medio, serán estos los que más padecerán. Si en una separación los adultos -que se supone tienen una personalidad definida y emocionalmente son más estables- hasta entran en depresión, es difícil imaginar la angustia y la pena que causará a los niños y adolescentes ver su hogar destruido.
El matrimonio es una institución muy importante cuya misión es dar seguridad, amor y protección a los niños. Tanto el padre como la madre deben mantener viva la llama del amor y la pasión. Si logran hacer eso, vivirán felices como pareja y los hijos crecerán sabiéndose amados, con la autoestima sólida. Trabajar para mantener el amor no debe ser tomado como un esfuerzo, todo lo contrario, ya que puede ser divertido y apasionante para ambos. Algunos consejos de los expertos:
*Comunicarse siempre. La pareja debe hablar del trabajo, de los hijos, los amigos, las tareas de la casa, pero también de su vida sexual. Muchos no conversan de este aspecto esencial. Deben ser y sentirse cómplices en este punto.
*Hacer cosas nuevas. Salgan de la rutina de tanto en tanto y traten de hacerlo solos, como pareja. Un viaje, un paseo, largas conversaciones, alojarse en un hotel con jacuzzi.
*Dense sorpresas. No hace falta gastar mucho dinero. Basta con pequeños detalles que les hagan recobrar la ilusión. Realicen juntos actividades que les diviertan y entusiasmen.
*Fuera tecnología. Hay que saber cuándo desconectarse del celular, la computadora, el televisor y otros aparatos para dedicarle un tiempo solo a tu pareja. Eliminen las distracciones que desvían su atención para centrarse en el ser amado.
*Saber tratar con las diferencias. Es imposible que un hombre y una mujer, por más que se amen, piensen igual. Pero hay que saber usar esas diferencias a favor del matrimonio, encontrando un punto medio.
*Confianza e intimidad. Ambas son pilares de la relación. La confianza es la base, pero la intimidad es la que los hará revivir las ganas de estar juntos.
*Enamorarse cada día. Un grave error de muchas parejas es dar por sentado que la otra persona sabe que se le ama. Hay que decírselo siempre, así como las cosas que te gustan de ella. ¡Un halago nunca viene mal! Tampoco hay que descuidarse en el arreglo personal. El hombre y la mujer, para mantener la atracción y la admiración de la pareja. ¡Nunca dejen de enamorarse cada día!”. Gary tiene razón.
Me voy, cuídense.