Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un sabroso pollo al horno con puré de papas amarillas y su jarra de emoliente con cebada. “María, parece que nada detiene a los maridos abusivos, pese a que las leyes son más duras que antes. Llegan borrachos o drogados y, a veces, hasta porque la mujer no les sirve rápido la comida o alguien les fue con un chisme o celos, la agarran a golpes y pueden llegar hasta matarla. Son los llamados feminicidios.
En algunos casos, estos crímenes pueden ser premeditados, planeados o calculados. Nunca me voy a olvidar del crimen perpetrado por el ‘Asesino de la maleta’, el norteamericano William Trickett, quien acabó con la vida de su esposa, la guapa trujillana Jana Gómez, a quien metió a una maleta y la fondeó en el mar. Otro caso es el de la charapita Shirley Enríquez Tapayuri, cuyo cadáver también fue encontrado en una maleta dejada en una cueva de una playa de Cañete.
El proxeneta que la explotaba la había matado, porque ella se enamoró de otro hombre. Acabo de leer en Trome el caso del vigilante Alex Cárdenas, quien le cortó el cuello a su conviviente, porque ella no deseaba regresar a su lado, ya que era muy violento y ya la había golpeado en varias ocasiones. El enfermo de los celos le arranchó el celular y se fue corriendo, la chica lo persiguió hasta su casa y adentro la atacó con un cuchillo.
Todas estas mujeres y muchas otras tienen algo en común: eligieron mal a sus parejas. Una se confió del chat, la segunda aceptó la ‘protección’ de un explotador sexual y la tercera eligió a un hombre pegalón y abusivo. Error fatal. Según los psicólogos, las mujeres fracasan en el amor porque eligen ‘a ciegas’ por la soledad, baja autoestima, temor a quedarse solteras o por presión de la familia o la sociedad.
Hay que tener en cuenta lo que dicen los sexólogos: Todos buscamos parejas con personalidad similar u opuesta a la nuestra. Tal vez, pero debemos fijarnos bien. Los psicópatas tienen un encanto superficial, son personas hábiles socialmente y dan buena impresión, pero hay rasgos que los pueden delatar. Por eso, las mujeres deben conocer el origen familiar de sus potenciales parejas, estar atentas a su conducta, saber cuál es su escala de valores.
A decir de los especialistas, los hombres con personalidad psicopática tienen, además, la capacidad de mentir descaradamente, lo cual los induce a engañar a otros sobre todo cuando eso pueda beneficiarlos o justificar sus conductas. No tienen capacidad de sentir emociones, solo fingen, característica que les impide tener remordimiento o sentimiento de culpa y nunca se arrepienten, de allí su crueldad. Son suspicaces y manipuladores, proclives al engaño. Descubrir una mentira grave de su pareja, puede salvarle la vida a una chica”. Mi amigo tiene razón. ¡Qué miedo! Me voy, cuídense.