Este Búho no deja de asombrarse debido a que tras 61 años de vigencia, los Rolling Stones acaban de presentar en Londres su 24° álbum de estudio: ‘Hackney Diamonds’, que saldrá a la venta en octubre y estrenaron su primera canción con un videoclip que protagoniza la bellísima actriz norteamericana Sydney Sweeney.
En el tema ‘Angry’, Mick Jagger canta con esa voz tan nasal y característica: ‘No te enojes conmigo, nunca te he causado daño, no me escupas en la cara’. Los ‘dinosaurios’ son expertos en el arte del marketing. Si antes sus videos los protagonizaban los libidinosos músicos, en esa época cuarentones, cómo olvidar el clip con Mick como periodista en Centroamerica revolucionaria y Keith Richards como miembro de un escuadrón de la muerte en ‘Undercover on the night’ (1983).
Hoy, ya octogenarios, prefieren cederle el protagonismo a la voluptuosa Sydney, que pasea sus curvas en cuero negro sobre un descapotable rojo bajo las marquesinas del Sunset Boulevard de Los Ángeles. Los músicos aparecen en los paneles publicitarios en videoclips de las mejores épocas de la banda: ‘She’s so cold’, ‘Miss you’, ‘It’s only rock and roll’ o capturas de conciertos de los años 70 y 80.
Incluso hay lugar para los que se retiraron de la agrupación, como Bill Wyman y Mick Taylor, mas no así para el legendario y conflictivo Brian Jones, quien le puso el nombre a la banda, fue echado del grupo y Keith Richards le quitó a su novia, la modelo alemana Anita Pallemberg.
Brian, alcoholizado, murió ahogado en su piscina londinense a los 27 años. Para algunos episodios los viejitos han perdido la memoria. El videoclip de ‘Angry’ recibió 10 millones de visitas en YouTube en el primer día de su lanzamiento. La banda de rock and roll más grande del mundo o ingresaba a grabar un nuevo disco desde hace 18 años.
El Perú tiene un lugar muy especial en la vida de Keith Richards y Mick Jagger. En las memorias de Keith, tituladas ‘Life’, en el capítulo siete cuenta una anécdota sabrosa sobre el Perú. El malogradazo guitarrista relata que en los tiempos en que el Cusco era el paraíso de los ‘mochileros’, no había Belmond Hotel Monasterio, ni ferrocarriles PeruRail.
Llegó con su novia Anita y Mick Jagger, que hacía de Celestino. Dejemos que el propio Keith nos cuente: ‘Regresábamos de Pisac y no teníamos movilidad, plata, ni idioma. En el bus nos regalaron habas y queso. Cuando llegamos a un hotel, el dueño nos botó. Pero le rogamos que nos escuchara tocar. Yo tocaba la guitarra, Mick cantaba en espantoso castellano y mi novia Anita tocaba las mesas. Interpretamos ‘Malagueña’ que fue del gusto del dueño y el público. Era increíble. Éramos los Stones, facturábamos millones de dólares, pero en Perú no éramos nada. Pero me gustó esa experiencia, porque me di cuenta que saber tocar la guitarra y Mick cantar nos podía salvar en cualquier lugar del planeta. Al final, el dueño nos dio un cuarto para mí y Anita, y otro para Mick y las pulgas, ja, ja, ja. Fue la primera vez que Mick y yo tocamos por comida’.
Pero la historia de Perú con los míticos rockeros tuvo su punto de ebullición en Iquitos en 1981, para la filmación de ‘Fitzcarraldo’, historia del tristemente célebre cauchero. Esa película era delirante. Desde el director, el gran cineasta alemán Werner Herzog. Y entre las estrellas que lo tenían desquiciado estaba el protagonista, el actor alemán Klaus Kinski.
Mick Jagger tenía un pequeño papel y rondaba a la estrella femenina del filme, la bomba sexy italiana Claudia Cardinale. Sin embargo, tuvo que abandonar el rodaje por problemas en la producción y su personaje fue eliminado. En el libro de ‘Cucho’ Peñaloza sobre la presencia de los Rolling Stones en el Perú, leí un capítulo de una historia que yo escuché por otros lados sobre la filmación con el temperamental Herzog.
Pero peor era el irritable actor Klaus Kinski. Un verdadero ogro. Paraba maldiciendo en alemán el terrible sol loretano y los mosquitos, y mataba el tiempo tomando whisky. Jagger la pasaba mejor. Desde Lima llegaron diversas modelos de la época para trabajar de extras. Hay una foto de Mick con Yola Polastri chibola y dos bellas amigas. Otra famosa de ese entonces, la gran Monique Pardo, destacó sobre el resto, porque se le veía tomando tragos con el cantante.
En el libro de ‘Cucho’ se consigna una entrevista con Monique, quien no niega que vivió un fugaz y volcánico ‘choque y fuga’ con el líder de los Stones. Este columnista se lo preguntó a la propia Monique hace varios lustros. ‘No seas tan chismoso, Búho -respondió-, solo te puedo decir que la anaconda de Mick nunca la voy a olvidar’. Pasan los años y la leyenda de ‘las piedras rodantes’ se agiganta. Apago el televisor.
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