Este Búho ve el panorama político más movido que Kike Suero luego de brindar toda la tarde con un aromático pisquito acholado puro por el Día Nacional del Pisco. Por eso, agarro mi ‘Espada del augurio’ de ‘Los Thundercats’, para que me permita ver ‘más allá de lo evidente’ y así pueda dar mis acostumbrados ‘Pastillazos’ bien picantes, como le gusta a mis lectores.
DINA EN AUTOMÁTICO: La presidenta Dina Boluarte de ninguna manera se puede sentir tranquila con el fracaso de la marcha del 19 de julio contra su gobierno. Sería un grave error. Millones de peruanos viven jaqueados por la inseguridad ciudadana y la crisis económica, contra lo que ella está haciendo muy poco. La gente se da cuenta y por eso su aprobación en las encuestas es baja, lo que es un peligro para la gobernabilidad.
No se ve la mano ejecutora de una mandataria capaz, decidida y de reacciones rápidas, sino a una persona errática, como acaba de demostrar una vez más nombrando a un personaje bastante cuestionado en la presidencia de EsSalud. ¡Cada vez más se parece a Pedro Castillo en la elección de funcionarios! Las proyecciones de crecimiento económico se reducen, pero el gobierno no actúa. No parece estar consciente de que ese hecho provoca más desempleo y hambre.
IMPULSO A LA MINERÍA: La frase ‘Perú, país minero’, no es cliché. Desde épocas preincas se realiza la extracción de minerales, pero hoy esta actividad generadora de trabajo, de bienestar y desarrollo, es mal vista por culpa de gente ideologizada que ha logrado satanizarla.
El gobierno tiene la obligación de destrabar los proyectos mineros que no avanzan por la conflictividad social y que darían al Perú miles de millones de dólares, necesarios para reducir la pobreza. En enero de este año el gobierno presentó una cartera de inversión minera que incluía más de 40 proyectos por unos ¡53 mil millones de dólares!
Lo malo es que cerca de la mitad tenían conflictos sociales activos o latentes. Con tanta desnutrición, con tantas empresas despidiendo trabajadores, el Perú no puede darse el lujo de no explotar lo que posee.
EL GRAN PERDEDOR: Una conclusión evidente, de las muchas que se pueden sacar de la marcha del último miércoles, es que el gran perdedor fue Pedro Castillo. Muchos de quienes creyeron en él de buena fe, que lo vieron como una esperanza de cambio, han terminado decepcionados y ya no piden el sinsentido de su liberación y reposición en la presidencia.
Pese a ello, hay aún un sector que sigue saliendo a las calles, repitiendo esas consignas y atacan a la Policía con pirotécnicos, como se vio el último sábado. Esas personas deben ser fanáticas, pues no se entiende cómo pueden seguir apoyando al chotano después de su golpe de Estado y de las gravísimas denuncias de corrupción en su contra que vienen saliendo a la luz con el caso Sada Goray. El tipo llegó al poder a robar y robar, como un vulgar delincuente y está bien encerrado.
EL PELIGRO DE LA MESA DIRECTIVA: Este miércoles se realizará la elección de la nueva Mesa Directiva del Congreso y es crucial que no vaya a ser elegida una lista que entre sus integrantes haya especímenes peligrosos como ‘mochasueldos’ o radicales de izquierda que aborrecen a la democracia, aunque se llenen la boca diciendo que son demócratas.
Si alguno de esos sujetos llega a la Mesa sería como arrojar gasolina al fuego. Los senderistas infiltrados en las protestas buscarían incendiar las calles hasta tumbarse a Boluarte y no parar hasta poner al cuestionado sujeto de sus preferencias. Sienten que perdieron el poder muy fácilmente con la caída de Castillo y no se resignan. Están con la sangre en el ojo. Ya han demostrado que no les importa causar caos, muerte y destrucción para lograr sus objetivos.
TERRIBLE MUERTE: Los tigres de Policiales del diario investigan el secuestro, tortura y asesinato del dentista que fue ‘centrado’ por una guapa venezolana con la que aparentemente había iniciado una relación sentimental. No es el único caso en que bandas criminales de extranjeros utilizan a chicas de su país para seducir a hombres a los que luego secuestran para pedir rescate.
Esto es resultado de la llegada al país de sanguinarias organizaciones criminales provenientes sobre todo de Venezuela, Colombia y Ecuador. El consejo es desconfiar y actuar con bastante cautela. La población exige al gobierno que haga algo para acabar con las lacras que llegan de otros países y asesinan a peruanos sin compasión. Apago el televisor.