Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un tiradito en ají amarillo y un chaufa de mariscos con salsa criolla, cremita y una chicha morada heladita. “María, es increíble cómo funciona la justicia en nuestro país. Definitivamente, todo está de cabeza por la corrupción o incapacidad de muchos policías, fiscales y jueces. Un caso que indigna es el del médico Ángel Eduardo Valdivia Calderón, llamado el ‘Ángel de la muerte’, quien acaba de ser condenado a solo 15 años de prisión por matar a Maryorie, una adolescente de 16 abriles en su consultorio de San Juan de Miraflores, el 23 de abril del 2013.
La Fiscalía pidió 35 años para este sujeto que perteneció al mando logístico de Sendero Luminoso y curaba a terroristas al que acusó de haber violado a la menor y luego asesinarla. La policía señaló que Valdivia diagnosticó falsamente a la joven de una infección vaginal para poder tratarla siempre. La joven iba sola al consultorio porque era el médico de la familia y le tenían confianza. Gravísimo error. Los detectives sostienen que cada vez que la víctima iba, la dopaba hasta dejarla inconsciente para ultrajarla. El enamorado de la víctima contó que fue a esperarla tres veces a que salga de la consulta, y ella tardó más de cuatro horas y cuando apareció lucía mareada y a punto de desvanecerse.
Según investigaciones, el día que la chica murió, Valdivia le aplicó Atropina, Dexametasona y Fentanilo para dejarla inconsciente, pero ella despertó mientras era abusada y sufrió una crisis respiratoria que el médico no atendió porque había sido descubierto. Durante algunas horas ‘maquinó’ cómo deshacerse del cuerpo y buscó a un albañil con quien llevó el cuerpo a una casa deshabitada de Villa María del Triunfo, donde fue enterrado bajo 60 kilos de cal y una gruesa capa de concreto recubierta con losetas. El galeno también limpió su consultorio de forma minuciosa para borrar cualquier huella que pudiera comprometerlo.
Las idas y venidas de Valdivia fuera del consultorio, incluso cuando sacó el cadáver, fueron grabadas por una cámara de seguridad que fue determinante para que confiese su crimen. El cuerpo fue hallado 21 días después, descompuesto. Pese a todo lo hecho por este asesino, el Poder Judicial lo exculpó del delito de violación sexual por falta de pruebas que él se encargó de borrar con prolijidad y solo lo condenó por homicidio simple a 15 años, con lo cual podrá pedir beneficios y muy probablemente ¡¡salga a la calle con libertad restringida en solo dos años!!, pues está encarcelado desde el 2013. Así se hace justicia en el Perú”. Qué horror. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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