Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pollito al sillao con papas sancochadas, arrocito blanco y su wantán frito. Para tomar pidió una jarrita de cebada tibia. “María, al fin, luego de casi varios años de crisis económica, falta de empleo, recesión y escasez, el Perú nuevamente se encamina hacia el progreso. Los datos económicos son evidentes.
Según el presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde, el crecimiento de mayo será de un 5 por ciento y se espera que, con el impulso de la campaña de Fiestas Patrias, la cosa mejore más.
Asimismo, destacó la recuperación del empleo en el agro, un sector muy importante que ofrecía miles de trabajos, en especial a los jóvenes. Otra noticia a destacar es el anuncio de la explotación del proyecto minero Tía María, en Arequipa, que generará solo en su etapa de construcción más de nueve mil puestos de trabajo.
Según el presidente ejecutivo de Southern, se realizará una inversión que bordea los 1400 millones de dólares y, con todo esto, la economía peruana se irá para arriba, lo que significa: más dinero para las familias, mejores ingresos y buena educación para nuestros hijos.
El peruano es muy trabajador, resiliente, creativo y esforzado, por eso no podíamos permitir que nuestro país se vaya al hoyo con toda esta crisis, que ha hecho que miles de jóvenes profesionales emigren a otros lugares del mundo en busca de un mejor futuro. Ya basta de desunión, de corrupción, de malos manejos en el Gobierno y el Congreso.
No debemos perder este impulso para volver a ser los ‘tigres de Sudamérica’, como lo fuimos hace pocos años. Incluso, nuestra moneda, el sol, es, después del dólar, la moneda más fuerte de América Latina.
Además, vamos a tener el puerto más moderno y grande de esta parte del continente, con lo que la mercadería que llegue, sobre todo de China, será distribuida desde aquí a nuestros vecinos de América del Sur”. Por eso tenemos todo para progresar y dejar nuestro atraso. Lo único que nos falta es saber elegir bien a nuestros gobernantes. Me voy, cuídense.
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