El Trump Plaza, el primer casino que construyó el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Atlantic City, en New Jersey, fue demolido el pasado miércoles y dejó atrás la era de los casinos en la zona, considerada como el centro de apuestas más grande tras Las Vegas.
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El edificio de 39 pisos abrió sus puertas en 1984 y permaneció cerrado desde el 2014. Las autoridades locales decidieron demolerlo ante quejas vecinales de que caían trozos de cemento del inmueble.
Derribar el edificio representa “pasar página, el comienzo de una nueva era. (...) La era Trump en Atlantic City terminará oficialmente”, dijo el alcalde Marty Small, quien busca que el espacio sea usado en un lugar centrado en el entretenimiento familiar.
Actualmente el edificio le pertenecía al millonario inversionista Carl Icahn, quien lo adquirió cuando Trump Entertainment Resorts entró en bancarrota en el 2016.
Para la demolición se usaron aproximadamente 3.000 piezas de dinamita y se desplomó en solo unos pocos segundos.
Cientos de espectadores acudieron en masa a la zona para ver la implosión y los hoteles cercanos ofrecieron paquetes especiales para obtener vistas privilegiadas.
Algunos de ellos pagaron 10 dólares para aparcar en un antiguo aeródromo a poco más de 3 kilómetros de distancia para presenciar la destrucción final del Trump Plaza.
Otros compraron asientos de hasta 575 dólares en subastas que incluían asientos en primera fila y lujosos desayunos en edificios cercanos con vista al mar y a la demolición.
El Trump Plaza fue el primero de los tres casinos que poseía el exmandatario en Atlantic City. Esta ciudad fue el único espacio para apostar legalmente en el este de los Estados Unidos y fue considerado como el centro de juego más grande después de Las Vegas. El hotel y casino acogió célebres combates de boxeo.
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