Tessa Ganserer es el nombre de una diputada de 44 años del partido verde en Alemania. Su nombre no siempre fue ese. Hasta hace algunos años era conocida como Markus, un padre de dos menores que decidió cambiar radicalmente al darse cuenta de que era una mujer viviendo en el cuerpo de un hombre.
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Este es uno de los casos más emblemáticos de Alemania de una mujer transgénero que continúa en la lucha por reconocer sus derechos ante la ley y la sociedad.
Según narra el diario El Clarin, Tessa se dio cuenta de que era distinta -siendo Markus- a los 30 años mirándose al espejo vestido de mujer.
Durante ese tiempo fue hombre, padre, marido, mujer y madre. Recibió todo el apoyo de su esposa y sus hijos que en ese entonces tenían 11 y 6 años. “Ahora siempre seré así”, les dijo. “Los niños no tienen prejuicios. Si les presentamos el mundo de manera amistosa, lo aceptan tal como es”, indicó al medio.
En su proceso de dejar atrás a Markus, Tessa regaló todos los trajes, corbatas y camisas que usaba. Sin embargo, lo más difícil para ella fue presentarse como mujer antes los votantes y miembros de su partido que la acababan de reelegir como diputada en el parlamento Regional.
“Desde hoy soy una señora y como tal me deben tratar”, cuenta Tessa cuando se presentó ante sus compañeros un día en el parlamento.
Sin duda fue un logro para ella y un hito que quedó marcado en la historia alemana, puesto que era la primera vez que una mujer transgénero ocupaba una banca en una institución política de ese país.
En una ciudad ultraconservadora como Baviera, Tessa Ganserer anunciaba que dejaba de ser Markus con un mensaje en su cuenta de Facebook: “Soy una mujer en todas las fibras de mi cuerpo y ahora también Señora diputada regional. No hago esto para divertirme y no decidí convertirme en mujer, soy una mujer”.
Ella era desde ya una mujer para la sociedad; sin embargo, ante el estado y los documentos que la certificaban, no.
La ley alemana señala en su estatuto que se necesitan de dos exámenes para poder aspirar a un cambio de nombre en el registro civil. Ella cuenta que em diciembre de 2019 obtuvo un certificado médico entregado por un psiquiatra que certifica su transexualidad.
La evaluación psiquiátrica cubre “cuestiones muy íntimas”, como “tu primera experiencia sexual, tus fantasías sexuales o la ropa interior que utilizas”, criticó.
Este año, tuvo que pasar por otra prueba de fuego: postular como candidata al parlamento federal alemán en Bundestag. Un objetivo casi imposible, según cuenta; ya que los que querían votar por ella debían marcar en la casilla su nombre de Nacimiento: Markus.
Una cuestión burocrática que Tessa consideró cruel y ofensiva.
“Es humillante, me duele porque yo abandoné mi nombre masculino, que es simplemente incorrecto”, dijo Tessa.
En 2011 ya no era obligatorio para por una operación de cambio de sexo para optar a una actualización del estado civil, según una sentencia del tribunal alemán. Era necesario una reforma de ley por parte del poder ejecutivo.
El partido Verde de Tessa y el partido Liberal alemán propusieron los cambios, pero los conservadores de la canciller Angela Merkel los rechazaron a principios de 2021.
La mujer esperó los resultados de los votos en las urnas y partido de ecologistas logró el mejor resultado de la historia al obtener el 14,8% del balotaje.
Ahora, Tessa Ganserer, de 44 años, es diputada nacional y tendrá como compañera de bancada a otra miembro transgénero de su partido: Nyke Slawik, de 27 años.
“Espero que hayamos escrito un nuevo capítulo en la política y que se ponga fin a la marginación de las personas transgénero”, escribió Tessa.