James McCann, de Inglaterra, se enfrentó a la justicia tras esclavizar a un hombre húngaro que vivía en la calle.
Mira esto: Mujer va todos los días a estación de metro para oír la voz de su difunto esposo en anuncio que grabó
Según Daily Mail, Andras Varga fue rescatado por la policía el 30 de noviembre del 2017 en un lamentable estado. Estaba desaliñado y con varias capas de ropa por el frío y parecía estar mareado.
Él llegó a Reino Unido en el 2007 desde Hungría para buscar nuevas oportunidades; sin embargo jamás encontró un hogar y vivió en la calle. Varga conoció a un hombre llamado Mike, quien le dio un trabajo y con el paso de tiempo conoció a James McCan, quien dijo ser amigo de Mike, y se comprometió a ayudarlo y darle un techo.
Varga fue instalado en una tienda de campaña junto a la caravana de McCann en la playa, pero luego lo mudó a un cobertizo de chapa que no tenía baño. El húngaro tenía prohibido ir a la casa principal y debía ir hasta el mar o al supermercado para poder limpiarse.
Es así que Varga fue descubierto por un oficial de la zona, quien se dio cuenta de la precaria vivienda donde estaba Andras, por lo que decidió preguntar en la casa de McCann.
Al consultarle se dio cuenta de la existencia de este hombre. Tras llamar ayudar a su oficina, descubrieron que Varga vivía sin un inodoro, sin agua potable o calefacción. El hombre contó que McCann le pagaba entre 10 y 20 libras esterlinas por día para hacer las tareas del hogar.
El fiscal Vice Ward acusó a McCann de “explotación” con tal de pagar menos. Varga señaló que no se iba de dicha casa por miedo a vivir nuevamente en la calle y pasar frío como antes
Por su lado, McCann aseguró que lo trató bien y lo alimentaba en todo momento. El Tribunal de la Corona de Newcastle sentenció a McCann por “esclavitud moderna” y pasará dos años y nueve meses en prisión.
Tras el proceso legal, Varga regresó a Hungría con ayuda, pero falleció al tiempo por una enfermedad desconocida.