Durante la última semana de noviembre, África puso en alerta al mundo al detectar nuevos casos de contagios de COVID-19 de una variante desconocida hasta ese momento y que podría enfrentar una nueva ola pandémica. Ómicron, como le denominó la OMS, se ha vuelto potencialmente más contagiosa que la Delta y tiene al menos 32 mutaciones.
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Inicialmente fue denominada ‘B.1.1.529′y la principal preocupación del virólogo Sudafricano Tulio de Oliveira fue que “podemos ver que tiene un potencial muy alto de propagación”.
Inicialmente, fueron detectados 22 casos, principalmente en jóvenes, según el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica (NICD, por sus siglas en inglés). También se registraron casos en Botsuana y en Hong Kong.
A partir de la alerta mundial generada por ómicron, la Unión Europea propuso – en un acto para evitar la propagación en los países de Europa- suspender los vuelos procedentes del sur de África.
“La Comisión europea propondrá, en estrecha coordinación con los Estados miembros, activar el freno de emergencia para interrumpir los vuelos procedentes de la región del sur de África debido a la variante B.1.1.529″, dijo en Twitter la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el pasado 26 de noviembre.
Ese mismo día, países como Alemania, Italia y el Reino Unido, aseguraron que prohibirán el ingreso a sus territorios a los viajeros provenientes de al menos 10 países de África para evitar la propagación de ómicron, que, hasta el cierre de este informe, no ha registrado ningún muerto.
En todo el Espacio Económico Europeo (Unión Europea más Noruega, Islandia y Liechtenstein) se habían notificado 109 casos hasta el mediodía del último viernes, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC).
Estados Unidos y Canadá anunciaron el viernes el cierre de fronteras a los viajeros de países del sur de África en respuesta a la aparición de la variante ómicron del coronavirus.
El gobierno de Joe Biden dijo que las personas de Sudáfrica, Botsuana, Zimbabue, Namibia, Lesoto, Esuatini (o Suazilandia), Mozambique y Malaui tendrán prohibido ingresar a territorio estadounidense a partir del lunes.
A pesar de las restricciones interpuestas por América del Norte, hasta la fecha se han confirmado en EE.UU. un total de diez casos, dos de los cuales correspondían a pacientes que no habían viajado al extranjero, lo que indica que las transmisiones son ahora también locales.
De otro lado, el gobierno chileno anunció este lunes la suspensión de la apertura de tres pasos fronterizos terrestres prevista para el miércoles debido a la variante ómicron del COVID-19, y también la prohibición del ingreso al país de personas que vengan de siete naciones africanas.
Los pasos terrestres que iban a ser abiertos son Chacalluta, en la frontera con Perú; Pino Hachado, en el límite con Argentina; y Colchane, en la frontera con Bolivia.
En Argentina, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, anunció la postergación de la reanudación de los vuelos directos hacia países africanos que estaba pautada para mediados de diciembre. Asimismo, señaló que los residentes en su país deberán portar de manera obligatoria un pase sanitario en lugar cerrados.
Esta semana Brasil confirmó el tercer caso de la nueva variante de ómicron, en un viajero proveniente de Etiopía. Antes de registrar los primeros contagios, el país ya había cerrado sus fronteras a seis países de África (Sudáfrica, Botsuana, Esuatini, Lesoto, Namibia y Zimbabue).
México, después de Brasil, es el segundo país en América Latina en registrar casos de contagios de la nueva variante. Hasta el cierre de este informe, solo un caso de ómicron se dio a conocer en un ciudadano sudafricano que arribó al país el 21 de noviembre.
El Perú no ha confirmado algún caso activo de la variante ómicron en el país, a pesar del caso de un viajero peruano que fue detectado con el virus en Japón el pasado 27 de noviembre. Se presume que contrajo el virus cuando hizo una escala en Brasil después de salir del territorio peruano.
El gobierno del presidente Castillo prorrogó por un mes, hasta el 31 de diciembre, la suspensión de los vuelos desde Sudáfrica vigente desde diciembre pasado, luego del anuncio de la nueva variante del coronavirus, informó el gobierno el último miércoles.
“Ello incluye la prohibición de ingreso a Perú de extranjeros no residentes de procedencia de la República de Sudáfrica, o que hayan realizado escala en este lugar en los últimos 14 días”, reza el comunicado.
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