Un niño de ocho años murió luego de inhalar helio de uno de los globos que fue utilizado para adornar su fiesta de cumpleaños. El pequeño, que sufría de autismo, fue hallado inconsciente en el piso de su habitación, en Irlanda.
Hilary McSweeney, mamá del menor, señaló que su hijo sufrió lesiones cerebrales mortales inducidas por helio después de colocar sobre su cabeza un globo que había comprado para su fiesta número 8, tan solo una semana antes de la tragedia, asegura The Mirror.
Según el medio, el niño falleció cuando era atendido por los médicos del Hospital de Niños de Temple Street en Dublín.
La mamá del pequeño Luke Ramone Harper sintió preocupación cuando una tarde lo llamó para que bajara a cenar con su hermana, en su casa de Dublin; sin embargo, el menor no respondió.
Luke, quien también había sido diagnosticado con TDAH, se encontraba jugando solo en su habitación y viendo videos de YouTube.
Cuando abrió la puerta, encontró a su hijo boca abajo, inconsciente y con el globo con forma de número 8 sobre su cabeza.
McSweeney dijo que el globo había estado flotando en la sala de estar durante la semana anterior después de su fiesta de cumpleaños y estaba parcialmente desinflado.
Rápidamente le quitó el objeto de la cabeza y lo llevó al jardín para que respirara aire puro, mientras que llamaba al servicio de emergencia.
Ya en el hospital, los médicos le dijeron que que había sufrido un paro cardíaco. “Era obvio que su cerebro estaba muy dañado y estaba con soporte vital”, recordó McSweeney.
“Sabía que Luke estaba muerto en ese momento y la máquina lo mantenía con vida”.
Al día siguiente, los médicos señalaron que lo mejor era despedirse del pequeño, antes que sea demasiado tarde.
Ella contó cómo se acostó en la cama de su hijo con su manta favorita y su osito de peluche y rodeada de su familia cuando él falleció.
“Me sentí entumecida, con el corazón roto y con un dolor que no puedes imaginar”, dijo durante una investigación ante los tribunales.
Cróna Gallagher, Dra. forense, señaló que Luke habría sufrido un daño cerebral rápido y severo en lo que era “una lesión insuperable”.
“Es probable que Luke haya perdido el conocimiento muy rápidamente después de inhalar el helio, ya que no había evidencia de que hubiera intentado quitarse el globo de la cabeza o buscar ayuda de otros”, señaló.
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