Un camionero fue detenido por la policía británica la madrugada de este miércoles cuando paseaba 39 cadáveres en el vehículo en un polígono industrial en Essex, al este de Inglaterra, a donde se cree que llegó procedente de Bélgica. El único sospechoso hasta ahora iba a vender los órganos, según las primeras investigaciones.
El conductor del vehículo, un norirlandés de 25 años al que medios locales han identificado como Mo Robinson, ha sido detenido como sospechoso de asesinato.
Según la investigación de la policía del condado inglés de Essex, el tráiler, registrado en Bulgaria, llegó a Purfleet, a orillas del río Támesis, en un ferri procedente de la localidad belga de Zeebrugge.
Un servicio de ambulancias de la región del este de Inglaterra informó a las fuerzas de seguridad de que habían detectado a 39 personas muertas dentro del contenedor de un camión en el parque industrial Waterglade, a unos 2 kilómetros de Purfleet.
Todas las personas en el interior del remolque, 38 adultos y un adolescente, estaban muertas, según la policía, que ha detallado que la cabina del tráiler tiene "origen" en Irlanda del Norte.
El director ejecutivo de la Asociación de Transporte por Carretera británica, Richard Burnett, afirmó que el tráiler parece ser una unidad refrigerada en cuyo interior se pueden alcanzar temperaturas de 25 grados centígrados bajo cero.
La subinspectora del cuerpo policial de Essex, Pippa Mills, subrayó que la identificación de las víctimas es la prioridad de las fuerzas del orden, si bien advirtió de que se espera que sea un proceso largo.
El camión fue transportado hasta un muelle cercano al lugar donde fue detectado, donde la policía prevé retirar los cadáveres de su interior.
La Agencia Nacional del Crimen de Gran Bretaña informó de que algunos de sus efectivos están participando en las pesquisas para determinar si alguna organización criminal está involucrada en el suceso.
La policía norirlandesa indicó de que está colaborando con sus colegas ingleses, mientras que las fuerzas de seguridad de la República de Irlanda han ofrecido asimismo su ayuda.
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, declaró que se ha abierto una investigación para determinar si el tráiler ha pasado por su país.
El Gobierno de Bulgaria confirmó que el camión tiene matrícula búlgara, pero agregó que desde 2017 no hay constancia de que haya vuelto a pasar por el país balcánico.
"Lo registró en 2017 una ciudadana irlandesa, abandonó al país y nunca jamás ha vuelto al territorio búlgaro", explicó al canal BTV el primer ministro búlgaro, Boiko Borisov.
La Fiscalía Federal de Bélgica ha abierto una investigación sobre los 39 cadáveres hallados en Inglaterra, según indicó a Efe un portavoz.
El Ministerio Público explicó que se ha tomado esa decisión porque el contenedor en el que se encontraban esas personas habría pasado por territorio belga, si bien el portavoz señaló que aún no se sabe por dónde transitó ni cuándo.
El primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, lamentó la "inimaginable tragedia" que supone la muerte de esas personas.
"Sé que los pensamientos y los rezos de todos los miembros (del Parlamento) están con aquellos que han perdido sus vidas y con sus seres queridos", dijo el jefe de Gobierno en la Cámara de los Comunes.
La ministra de Interior, Priti Patel, dijo por su parte que estaría "muy dispuesta a dialogar con el Ministerio de Justicia" del Reino Unido sobre la posibilidad de imponer penas más duras a los condenados por tráfico de personas.
Patel subrayó que el Gobierno británico trabaja en colaboración "con todas las autoridades europeas para compartir información de inteligencia y monitorizar movimientos cuando estamos hablando de problemas como este".
El alcance del caso "podría ir más allá del Reino Unido y más allá de Europa. Es obviamente una cuestión que debe resolver la policía con su investigación", agregó.
Este no es el primer incidente de características aparentemente similares que se produce en el Reino Unido.
En 2000, 58 migrantes chinos fueron encontrados asfixiados en un camión en Dover (sureste de Inglaterra).
En 2014, un migrante afgano fue hallado muerto en un contenedor en un puerto en Essex, y en 2015 los cadáveres de dos migrantes aparecieron en un contenedor industrial en Staffordshire (norte de Inglaterra).
En 2016, un migrante de 18 años murió aplastado cuando trataba de viajar bajo un camión en Oxfordshire (centro de Inglaterra) y otro fue encontrado muerto en un tráiler procedente de Francia en Kent (sureste de Inglaterra).