Una mujer de 51 años fue asesinada de un disparo por su hijo adoptivo de nueve años en el interior de su vivienda en el estado de Michigan, en los Estados Unidos. Ella temía estar criando a un asesino en serie, debido a que el pequeño había mostrado signos violentos en su conducta.
Pauline Randol fue encontrada sin vida en su vivienda de Fawn River Township. Había recibido un balazo realizado con una escopeta, informaron los medios de comunicación de los Estados Unidos.
Dos años atrás, Pauline Randol adoptó al pequeño cuyo nombre se guarda en reserva. Pese a que el niño había sido víctima de violencia con su familia, la madre de familia quiso criarlo.
Pese a los esfuerzos y amorosos cuidados de Pauline, el infante necesitaba atención psiquiátrica sin embargo su seguro social no costeaba ese tipo de atenciones.
Finalmente cuando por fin pudo juntar el dinero para que un especialista pueda ver al niño, un día antes de la cita médica fue encontrada muerta.
Las investigaciones de la policía apuntaron a que el pequeño había realizado el disparo y por ello fue llevado a un centro de detención juvenil. Sus vecinos contaron que el niño tenía problemas de violencia e incluso había disparado a unos niños con una pistola de aire.
Pese a este caso que ha conmocionado a gran parte de la población de los Estados Unidos, la hermana adoptiva del menor afirmó que el niño necesitaba ayuda especializada y que este era un niño normal que le gustaba pasear y pescar.