Las elecciones en Estados Unidos de 2020, de las cuales resultó como ganador el demócrata Joe Biden, estuvieron marcadas como una de las campañas electorales más agresivas, especialmente del lado de Donald Trump, que aún se niega a aceptar su derrota y continúa denunciando ‘fraude’.
Más de un mes después de los comicios, y de diferentes movidas legales de Trump, el Colegio Electoral de Estados Unidos confirmó el pasado 14 de diciembre la victoria de Biden, aunque aún es posible que el presidente saliente trate de interferir en la última fase del proceso, cuando el Congreso se reúna para dar su visto bueno al resultado el 6 de enero.
Tras la finalización del proceso de los delegados del Colegio Electoral, Biden obtuvo 306 votos y Donald Trump obtuvo 232. Biden necesitaba 270 para ganar.
El presidente electo Joe Biden aseguró en su discurso tras la certificación que es hora de “pasar página, unirse, sanar”, informó la CNN.
“En esta batalla por el alma de Estados Unidos, prevaleció la democracia (...) Nosotros, el pueblo, votamos. Se mantuvo la fe en nuestras instituciones”, aseguró Biden.
A comienzos del año, Donald Trump parecía haber puesto las bases para quedarse cuatro años más en la Casa Blanca. En el país norteamericano se gozaba de estabilidad económica, los mercados se situaban en máximos y los conflictos externos se reducían.
La pandemia y la nefasta gestión del Gobierno que la negaba trastocaron esa agenda.
A la fecha, Estados Unidos ha superado los 17 millones de casos confirmados del coronavirus SARS-CoV-2 y los más de 317.000 fallecidos, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
En febrero, Trump aseguraba que el nuevo coronavirus, que hacía estragos en China, no era más que una “gripe” y que los alrededor de 15 casos que se habían detectado en el país se convertirían pronto en “cero casos”.
La caída del “Sueño Americano” también jugó un rol importante en la derrota de Trump en estas elecciones. Se trastocó el mito de la nación indispensable y excepcional que premia al que trabaja duro, a los justos y que reparte justicia por el mundo en nombre de la democracia.
Ese descontento se vio en las calles de todo el país tras la muerte de George Floyd a manos de la policía en mayo y la brutalidad exhibida ante tantos otros afroamericanos, hispanos o blancos pobres.
Joe Biden, de profundas tragedias personales y ambiciones políticas frustradas, llega a la Casa Blanca con la promesa de unificar a los estadounidenses.
Tras casi medio siglo en Washington, Biden es descrito como una persona discreta pero no tímida. Fue implacable en sus críticas a Trump por el manejo de la pandemia y en 2018 les dijo a los estudiantes de una universidad de Florida que si el magnate fuera su compañero de secundaria lo “golpearía como el demonio”.
Aunque ya no tiene el dinamismo de cuando era vicepresidente de Barack Obama, Biden mantiene una sonrisa deslumbrante. Su andar, sin embargo, es más delicado y su cabello blanco luce más fino.
“Con Joe (Biden) y (la vicepresidenta) Kamala (Harris), no tendrán que preocuparse por las locuras que podrían decir cada día (...) Será sencillamente menos agotador”, dijo Obama.
Joseph Robinette Biden Jr. nació el 20 de noviembre de 1942 y creció en Scranton, Pensilvania, en una familia de origen irlandés muy católica.
Su padre era vendedor de autos, pero en la década de 1950 perdió su trabajo y la familia se mudó al vecino estado de Delaware cuando él tenía 10 años.
“Mi papá siempre decía: ‘Campeón, cuando te tumban, te pones de pie’”, cuenta Biden.
Biden estará acompañado de Kamala Harris, la primera mujer, la primera afroamericana y la primera asiática-americana en ocupar el cargo de vicepresidenta de los Estados Unidos, el segundo puesto más importante de la política del país y la mano derecha del mandatario más poderoso del mundo.
Los nombramientos de Biden para su gabinete han sido catalogados como más representativos de los estadounidenses, con una mayor diversidad frente al de Trump, en el que hay 19 hombres blancos millonarios y tan solo cuatro mujeres.
Así lo informa France24, que da como ejemplo que dos mujeres han sido nombradas para liderar la inteligencia nacional y el Departamento del Tesoro y un hispano para el departamento que maneja la inmigración.
Esto hace presagiar fuertes cambios en el Gobierno a como lo viene haciendo Donald Trump.
Estados Unidos cierra un 2020 convulso, para olvidar, y se enfrenta a un futuro incierto con millones de personas sin esperanzas y otros tantos afilando los cuchillos del conflicto civil, sirviéndose de la maquinaria de la desinformación creada por Trump y que ha recibido como respuesta al gobierno moderado de Biden, una vuelta al “status quo” de Obama.
Con información de EFE, AFP, CNN, France24.