Bogotá. Una foto que supuestamente muestra al corresponsal del diario estadounidense The New York Times en Colombia, Nicholas Casey, usando una cámara mientras es transportado en una motocicleta por un guerrillero de las FARC, ha sido compartida miles de veces en redes sociales desde el 18 de mayo.
Ese día Casey publicó el reportaje "Las órdenes de letalidad del ejército colombiano ponen en riesgo a los civiles".
En el texto, Casey denuncia que el comando militar estaría exigiendo "duplicar" los resultados (muertes, capturas y entregas) en la lucha contra los grupos armados, sin pedirle a sus hombres "perfección" ni total "exactitud" al momento de lanzar "ataques letales".
Horas después, la senadora oficialista María Fernanda Cabal publicó un tuit en el que afirmó que en 2016 Casey estaba "de gira con las Farc en la selva" y presentó dos imágenes, una de ellas es la que supuestamente muestra a Casey en la parte de atrás de la motocicleta.
A raíz de las acusaciones de Cabal, Casey decidió salir del país.
► ¿Qué verificamos?
Según el tuit de la congresista, las dos fotos muestran a Casey con las FARC, la guerrilla convertida en partido tras firmar la paz en noviembre de 2016.
Una de ellas capta el rostro de un hombre barbado en primer plano y a dos uniformados sobre una moto en el fondo. En la otra aparece un hombre usando una cámara que le cubre la cara mientras se moviliza en una motocicleta conducida por un uniformado que luce un brazalete tricolor del disuelto grupo rebelde.
"¿Cuánto le habrán pagado por este reportaje? ¿Y por el de ahora, contra el ejército de Colombia?", interroga Cabal en su trino que tenía más de 10.000 interacciones hasta las 16H00 (GMT) de este miércoles.
► ¿Qué sabemos?
Al ser consultado por la AFP, Casey confirmó ser el hombre de barba que aparece en la primera foto. Sin embargo, negó ser el hombre que aparece junto al uniformado en la segunda foto. "No soy el hombre con la cámara detrás de la moto. Es otra persona".
Un fotógrafo de la AFP advirtió igualmente que se trataba de un colega de otro medio. El equipo de chequeo corroboró que es el reportero independiente Federico Ríos. "El de la moto soy yo", señaló Ríos.
Aseguró que Casey y él trabajaron juntos en "varios reportajes sobre las FARC durante el proceso de diálogo con el gobierno". Según el fotógrafo, la imagen fue tomada durante "uno de los viajes" a los campamentos rebeldes.
El propio Ríos ya había publicado esta foto en su cuenta de Instagram el 19 de marzo de 2016 acompañada de la leyenda: "durante el trabajo que hicimos en un campamento de las FARC para @nytimes con @caseysalbum", la cuenta de Casey en esta red social.
El reportaje publicado por Casey en marzo de 2016 estuvo acompañado de una galería de fotos tomadas por Ríos.
Los también parlamentarios oficialistas Juan Manuel Daza y Juan David Vélez utilizaron la misma foto en la que María Fernanda Cabal identifica erróneamente a Nicholas Casey, descartando la imagen en la que sí aparece el corresponsal del NYT.
Según Vélez, la foto muestra a Casey siendo "conducido por terroristas de la guerrilla FARC, (Casey) apunta con la cámara y fusila con columnas llenas de calumnias. Existen los sicarios de la opinión".
La foto también ha circulado en Facebook con un texto que asegura que a Casey "le quedaron gustando las Farc después de visitar los campamentos en 2016".
Luego de la publicación del tuit de la congresista, el enviado del NYT decidió salir de Colombia: "He tomado la medida de mantenerme fuera del país por las acusaciones falsas que fueron lanzadas ayer en Twitter por (la senadora oficialista) María Fernanda Cabal y replicadas por varios políticos en las últimas 24 horas", señaló Casey en un mensaje enviado a la prensa.
El fotógrafo Federico Ríos también salió del país a raíz de esta acusación.
► ¿Qué podemos concluir?
Los testimonios de Casey y Ríos, además de la imagen publicada en Instagram por el fotógrafo involucrado, le permiten a la AFP establecer que es falso que el hombre que aparece usando una cámara desde una motocicleta entonces conducida por un uniformado de la guerrilla FARC sea el periodista del NYT, como aseguran muchos usuarios de redes sociales, entre ellos legisladores colombianos.
Si Ottawa no aceptase formalmente el envío de basura, esta sería vertida en las aguas territoriales de Canadá, advirtió Salvador Panelo.
La basura está almacenada en docenas de contenedores que una compañía canadiense envió a Filipinas en 2013 y en 2014 -aparentemente para reciclar- y la cuestión de qué hacer con ello ha sido un problema durante años.
La semana pasada, Manila retiró a su embajador de Ottawa porque Canadá no cumplió la fecha límite del 15 de mayo para repatriar estos desechos.
"Como resultado de este incumplimiento, el presidente ha ordenado a la oficina correspondiente buscar una compañía de envíos privada que devuelva la basura de Canadá a la jurisdicción de esta última", informó a la prensa el portavoz del presidente filipino.
"Si Canadá no acepta la basura, verteremos la misma dentro de las aguas territoriales o a 12 millas naúticas en el mar desde la línea de base de cualquiera de las costas de su país".
Panelo dijo que la orden se llevaría a cabo "inmediatamente".
En un comunicado el miércoles, la ministra canadiense de Medioambiente, Catherine McKenna, dijo que se había otorgado a Bollore Logistics un contrato "para devolver los desechos de manera segura a Canadá".
La ministra dijo que la empresa planeaba retirarlos a finales de junio y depositarlos en Canadá al final del verano.
Previamente, Canadá había anunciado que estaba organizando la devolución de los contenedores, pero no había precisado una fecha.
Las relaciones diplomáticas son tensas desde que el primer ministro canadiense Justin Trudeau, poco después de asumir el cargo, criticara la mortífera campaña de represión del narcotráfico liderada por Duterte.
Consultado en una conferencia de prensa en Vancouver, Trudeau dijo que su gobierno "continuará trabajando" en esta "situación inaceptable que ha durado demasiado tiempo".
Fuente: AFP