
Aunque son satanizadas por la sociedad, las discusiones también forman parte de la relación y, en cierto modo, ayudan a fortalecerla. Sin embargo, una cosa es discutir con tu pareja por temas puntuales y otra muy distinta es buscarle pelea en todo momento.
El psicólogo Ítalo Arrúe indica que “esas ‘peleítas’ injustificadas no son tan ‘del momento’ o simples como se piensa. Al contrario, podrían esconder problemas graves dentro de la relación”.
Podrían evidenciar frustraciones personales, heridas abiertas del pasado que todavía no han perdonado o simplemente no quieren seguir en la relación, pero no encuentran la manera de poner punto final.
“También es probable que hayas acumulado bastantes situaciones incómodas que en su momento no se han hablado ni solucionado y cualquier excusa será detonante para discutir”, explica el psicólogo.
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