
Muchas veces es el dolor a nivel de la parte baja del abdomen lo que impulsa a realizar una cirugía llamada histerectomía, que consiste en retirar el útero y las trompas y, si es necesario o recomendable, los ovarios.
Sin embargo, meses después algunas pacientes siguen sufriendo dolor. Esto se debe a la reacción del cuerpo después de la cirugía. El dolor puede ser más intenso las primeras semanas, pero luego de 45 a 60 días debería remitirse.
De 10 al 50 % de las histerectomías es habitual que en la zona donde estaba el útero se establezca una adherencia que interfiere con el movimiento intestinal, sobre todo provocando la sensación de hinchazón abdominal o pesadez; si la adherencia es muy firme puede haber dificultad para defecar; también existe un acortamiento de la vagina por lo que la relación sexual puede ser diferente o incluso incómoda o dolorosa.
Existen igualmente otras posibles causales de dolor, como la formación de un neuroma, relacionado con un dolor lumbar intermitente que se da 4 meses después de la cirugía y que a veces lo confunden con infecciones urinarias.
El médico debe hacer una revisión durante la cirugía, ya que pueden quedar focos de endometriosis que provocarán dolor pélvico u otras condiciones del tracto gastrointestinal, responsables del dolor.
Masajes, yoga, terapia de relajación, analgésicos ocasionales pueden ayudarte; son muy raras las veces que necesitarás otra cirugía.
¿Debo vacunarme contra el herpes zóster? ¿Por qué?
¿Cómo combatir la inflamación en la menopausia? Lee la columna de la ginecóloga Jeannette Marchena
Salud femenina: ¿Cómo mejorar la calidad de los óvulos? ¿Se puede?
Contenido GEC