Las várices son muy comunes. Mujeres y hombres la padecen, aunque estos últimos con un 3% menos de incidencia. Incluso, cada vez son más los jóvenes de 18 a 20 años que llegan a consulta por esta patología, cuando antes este mal se relacionaba con personas mayores de 40 años, según especialistas.
ALTO RIESGO. Pero lo que rara vez se dice es que las venas varicosas están vinculadas con riesgos graves para la salud, como lo es la trombosis venosa profunda (TVP). “Formación de coágulos sanguíneos en las venas profundas que se caracteriza por presentarse sobre la rodilla, con hinchazón de la pierna y coloración en la piel. Esto trae como consecuencia el desprendimiento del coágulo, que puede desplazarse hasta una arteria de los pulmones y obstruirla provocando una embolia de pulmón”, explica el Dr. Hernán Aste Salazar, especialista en cirugía torácica y cardiovascular de SANNA Clínica San Borja.
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FRECUENCIA. La trombosis venosa profunda es menos frecuente que las complicaciones en las venas superficiales, ‘bultitos’ que sobresalen de la piel en la zona de las pantorrillas, pero para evitar llegar a esa complicación es mejor es tratar las venas varicosas con un especialista cuando empiece a sentir molestias y note la aparición de las populares ‘arañitas’.
CÓMO EVITARLO
- Sufrir de várices depende de la predisposición genética, el embarazo, la edad y el sedentarismo.
- Controle su peso. Un peso saludable y acorde a su estatura aliviará la tensión sanguínea y permitirá su flujo óptimo.
- Evite prendas ajustadas. Es importante evitar la obstrucción de la circulación de la sangre en las extremidades. Usar ropa cómoda.
- No cruce las piernas por largos tramos de tiempo. Es indispensable moverse y realizar ejercicios con frecuencia.