La fatiga mental aumentó en los últimos años, pues muchas personas realizan más actividades diarias y en vez, de tener un sueño reparador buscan las redes sociales o la televisión para distraerse un rato; lo cual es muy perjudicial, ya que no permiten descansar al cerebro. Dormir bien es vital para levantarse con energías y vitalidad, y así continuar con una jornada laboral o estudiantil impecable; caso contrario, estarán cansados todo el día.
La licenciada Martina Gómez, directora del Centro de Terapias Alternativas y de Antienevejecimiento comenta que la fatiga mental puede describirse como un cansancio extremo, que se manifiesta; por ejemplo, cuando la persona no es capaz de pensar correctamente, se olvida fácilmente de las cosas y no es capaz de recordar detalles. Esta muy relacionada con la falta de sueño que trae como consecuencia cansancio mental que se acumula día tras día.
Suele confundirse con el síndrome de burnout o “síndrome del trabajador quemado”, pues los síntomas son muy similares, pero en este caso, se debe a la cronificación del estrés laboral que se manifiesta a través de un estado de agotamiento físico y mental crónico que altera la personalidad y autoestima del trabajador.
Las personas muestran:
-Irritabilidad
-Depresión y ansiedad
-Dolores de cabeza
-Problemas de sueño
-Comer de más o de menos
-Procrastinar
-Incapacidad de concentrarse
Puede mostrar uno alguno o varios de estos síntomas, cuando no les dan importancia y empiezan a mostrar una apatía en todas las áreas de su vida, es decir no muestran interés por nada y parecen ir en automático significa que hace un buen tiempo atrás debieron solicitar ayuda profesional.
Si experimenta estos y otros síntomas durante varias semanas o meses, puede padecer una enfermedad de larga duración denominada síndrome de fatiga crónica (o encefalomielitis miálgica). Se trata de una condición desencadenada por una actividad cognitiva prolongada.
La fatiga mental no tiene por qué llegar a ser crónica si se toman en cuenta las señales y si se hacen los cambios oportunos como: priorizar los requerimientos de su salud mental y física, no ignorar los síntomas es clave, recurrir al profesional de salud a tiempo lo ayudara a hacer los ajustes en la organización de sus prioridades para lograr recuperar su energía mental.
Alimentación: disminuir el azúcar que ayuda a desinflamar, hay que entender que la fatiga mental genera neuro intoxicación que causa inflamación.
Beber una cantidad apropiada de agua: mantenernos hidratados disminuye la concentración de radicales libres.
Consumir frutas y verduras de colores intensos: son ricas en bioflavonoides, vitaminas y minerales. Sobre todo, comer comida casera o lo más natural posible.
Calidad de sueño: crearse un ambiente que ayude a conciliar el sueño: luz, temperatura, música de 432 hz. para relajación esta activa la función cerebral máxima – sincronización bi hemisférica (dos hemisferios del cerebro).
Podemos tomar como referencia el estudio de la Asociación Italiana de salud del sueño:
Un estudio de doble ciego indicó que la música afinada a 432 Hz disminuye el ritmo cardíaco cuando se la compara con los 440 Hz. Esta frecuencia llena la mente con una sensación de paz y bienestar y por eso es el acompañamiento ideal para yoga, ejercicio suave, meditación o sueño.
Meditación, el clásico cuenta hasta 10, pero en un ambiente de introspección, sino tiene experiencia hacer periodos cortos de silencio mental puede iniciar con 3 minutos y gradualmente ir aumentando el tiempo. Esta experiencia se convertirá en un momento de solaz mental que recicle toda su energía y se sienta motivado y fortalecido.
Desconectarse de las alarmas: poner en silencio las alarmas de whattapps, de correo electrónico, disminuir la contaminación sonora estresante, que activa su alerta mental y lo hace sentir que todo es para ayer.
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