La pota, el jurel y el bonito podrían ser los verdaderos héroes de nuestra mesa. Y es que, a pesar de tener uno de los mares más ricos del mundo, el consumo de pescado en el Perú sigue siendo bajísimo y eso nos está pasando factura.
Según el Ministerio de Producción, cada peruano apenas come unos 18.4 kilos de pescado al año, una cifra que nos deja muy atrás frente a países como Portugal, Corea del Sur o Japón, donde el pescado es parte esencial de su dieta. Y mientras tanto, en casa, la anemia infantil ataca con fuerza, afectando al 43.7% de niños menores de tres años, y en regiones como Puno y Loreto, la cosa es más grave: supera el 50%.
De acuerdo con Camilo Peirano, gerente general de Superfish, los productos marinos deben considerarse como parte de la estrategia alimentaria para enfrentar esta realidad. “Existe una percepción de que el pescado es costoso o difícil de preparar, pero especies como la pota, el jurel y el bonito tienen alto valor nutricional, precios accesibles y se encuentran disponibles todo el año en mercados y supermercados”, destaca.
Camilo Peirano destaca cómo estos peces pueden contribuir en la nutrición en la población:
Pota: Rica en proteínas y baja en grasa. De alto rendimiento, económica y versátil para preparaciones calientes como guisos, sopas o al horno.
Jurel: Fuente importante de omega-3, hierro y vitamina D. Contribuye al desarrollo cognitivo y la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Bonito: Similar al atún en sabor, pero más accesible. Contiene hierro, vitaminas del complejo B y ácidos grasos esenciales.
“Incluir estas especies en el menú diario ayuda a reducir la dependencia del pollo o la carne, y encima apoyamos al pescador artesanal peruano, que se saca el ancho en alta mar”, nos cuenta Peirano. También resalta que el Estado ya ha tenido buenas experiencias incluyendo pescado en los programas sociales, pero ahora hay que reforzar esa jugada con especies ricas en hierro y omega-3.
Finalmente, y en línea con estas Fiestas Patrias, recordó que impulsar el consumo de productos marinos no solo tiene beneficios nutricionales, sino que también genera empleo en las cadenas de valor pesquera, fomenta el consumo interno y promueve el aprovechamiento sostenible de los recursos hidrobiológicos del país.
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