La agresividad en los chicos aparece cuando tienen padres muy estrictos, permisivos o ausentes. Foto: iStock.
La agresividad en los chicos aparece cuando tienen padres muy estrictos, permisivos o ausentes. Foto: iStock.

Actualmente, vemos más casos de violencia en los colegios y muchos padres la ‘justifican’ diciendo que es una consecuencia de la pandemia y el uso excesivo de las y los videojuegos. Sin embargo, cometen un error porque esas conductas agresivas tienen origen, por lo general, en el núcleo familiar.

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“La agresividad en los chicos aparece cuando tienen padres muy estrictos, permisivos o ausentes. Por eso, el estilo de crianza y el entorno son fundamentales para que nuestros hijos crezcan con valores definidos y puedan controlar mejor la ira y frustración. Además, tienen que saber que hay límites y toda acción trae consecuencias, señaló la psicóloga Mayra Velásquez Puelles.

Qué hacer

♦COMUNICACIÓN. Conversa con tus hijos todos los días, date unos minutos para saber qué les pasa, recuerda que no se trata de decirles ‘¿cómo te fue?’, mientras estás revisando tu celular o haciendo otras cosas. Siéntate y míralos a los ojos, que noten que estás interesado en sus palabras.

♦NORMAS DE CONVIVENCIA. Establece acuerdos en casa y cuida que todos los cumplan. Explícales cada norma a tus niños, según la edad que tengan, para que puedan comprenderla y respetarla. Diles qué se puede hacer y qué no.

♦REFUERZA LO POSITIVO. Si cometió un error, haz que reflexione, que vea las consecuencias de sus actos y juntos busquen soluciones. No está bien ‘destacar’ solo lo negativo.

Sabías que...

Muchos niños y adolescentes no han aprendido a manejar situaciones conflictivas de manera pacífica y constructiva por muchos motivos. Por eso es importante inculcarles una crianza equilibrada y positiva desde chiquitos.

AGRADECIMIENTO: INSTAGRAM (@psicologa.mayra.puelles)

¿Qué pasa en el cerebro de tus hijos cuando les gritas? ¿Afecta su desarrollo y personalidad?

‘¡Ya cállate, Luchito!’, ‘¿Por qué no entiendes, Juanito?’, ‘¡Pepito ven aquí, ahorita!’, ‘¡Todo lo haces mal!’. Estas son solo algunas frases que suelen usar para corregir a sus hijos y hacerse ‘respetar’. Piensan que así están criando positivamente a sus retoños, pero están equivocados. Esto repercutirá de modo negativo en su adolescencia y adultez.

“Los niños que reciben gritos como medida de disciplina habitual aprenden patrones de acción desadaptativos y disfuncionales. Incluso podrían desarrollar un patrón de conductas impulsivas, agresivas o, por el contrario, una timidez extrema, miedo y sometimiento”, advirtió la psicóloga clínica Mayra Velásquez Puelles.

Para la especialista cuando le gritas a tus hijos su cerebro hace lo siguiente:

1. BLOQUEA su proceso de aprendizaje, empieza a cuestionar lo que sabe.

2. ENVÍA SEÑALES DE PELIGRO, inseguridad y amenaza.

3. SE ACTIVA EL MIEDO, empezarán incluso a temblar y tartamudear.

4. LIBERA HORMONAS, como la dopamina y adrenalina que hacen que el menor quiera huir del lugar y hasta escaparse de la casa.

5. DESARROLLA PROBLEMAS de conducta. Puede mostrarse agresivo con los demás porque piensa que está bien o es normal ese comportamiento.

6. TRAE A LA MEMORIA recuerdos negativos, los cuales producen estrés, ansiedad, angustia y hasta depresión, en algunos casos.

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