Cada enero, el aire se llena de un espíritu renovado y promesas de cambio. Las suscripciones a gimnasios se disparan, los estantes de libros de autoayuda se acaban, y las cocinas se llenan de ingredientes frescos y saludables. Sin embargo, tan rápido como se encienden estas llamas de entusiasmo, suelen extinguirse.
El doctor Sebastián Arrieta, experto en Medicina de la Obesidad cometa que en un estudio de la Universidad de Scranton sugiere que solo un 8% de las personas logran sus resoluciones de Año Nuevo. ¿Por qué? Porque a menudo nuestras metas son como fuegos artificiales: brillantes, pero efímeras. La clave para mantener la llama viva y lograr un cambio duradero y significativo yace en la metodología SMART.
SMART es un acrónimo que describe un método efectivo para establecer objetivos. Significa:
-Específicas (Specific): Claras y concretas.
-Medibles (Measurable): Con indicadores para monitorizar el progreso.
-Alcanzables (Achievable): Realistas y realizables.
-Relevantes (Relevant): Importantes para ti y en línea con tus valores.
-Temporales (Time-bound): Con una fecha límite.
-Aplicando Metas SMART: Un ejemplo en Nutrición.
El especialista comenta que si supones que tu objetivo es “comer más sano este año”. Aunque es un buen comienzo, es demasiado vago. Aplicando SMART, podrías reformularlo así: “Incluiré al menos tres porciones de verduras en mi dieta diaria durante los próximos tres meses”. Es específico (tres porciones de verduras), medible (puedes contar las porciones), alcanzable (es un cambio realista), relevante (mejora tu salud) y temporal (tres meses).
Arrieta añade, que existen estudios donde demuestran que cuando las metas son específicas y desafiantes, las personas tienen un desempeño significativamente mejor. Locke y Latham, en su teoría de establecimiento de objetivos, resaltan la importancia de metas claras y desafiantes. Además, la naturaleza medible y temporal de las metas SMART ayuda a mantener la motivación y permite ajustar el curso según sea necesario.
Las metas SMART no son una varita mágica, pero son herramientas poderosas. Este año, en lugar de hacer promesas grandiosas pero vagas, opta por un enfoque SMART. Ya sea que tus metas estén relacionadas con la salud, la carrera o las relaciones personales, recuerda: una meta bien definida es el primer paso hacia el éxito. Y como siempre, en el camino hacia tus objetivos, recuerda ser amable contigo mismo. El cambio es un viaje, no una carrera.
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