Erasmo, de 90 años, en su juventud fue estibador, descargaba sacos de maíz y de muchos productos de los barcos que llegaban al puerto a los camiones para distribuirlos en la ciudad.
Erasmo había desarrollado una buena masa muscular y tenía un cuerpo atlético.
Se jubiló a los 70 años y siempre estuvo activo. Físicamente parecía un hombre de 50. A los 90 años salía a caminar al parque y estaba completamente lúcido.
Hoy en día se dice que el músculo es el órgano del envejecimiento y que si queremos llegar bien a la vejez debemos desarrollar nuestra masa muscular. Esta se va perdiendo desde los 30 años cuando ya no se hace actividad física y empeora más a los 60 o 70 en la etapa de la jubilación.
Para mantener nuestra masa muscular debemos consumir proteína de origen animal, hacer ejercicios de resistencia o fuerza y consumir vitamina D. Mantenernos activos siempre. Sigamos el ejemplo de Erasmo, que conservó su masa muscular a sus 90 años.
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