Muchos niños y jóvenes han tenido que adaptarse nuevamente a los procesos que implica el retorno a las clases presenciales y las complejidades que puede traer para el aprendizaje. En ese sentido, muchos padres de familia o tutores han decidido buscar una enseñanza complementaria a la que sus hijos reciben en su centro educativo. ¿Qué beneficios trae ello? Te lo contamos a continuación.
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Para entrar en contexto, el Minedu puso a disposición los datos del Estudio Virtual de Aprendizajes (EVA) de 2021, el cual tiene, entre sus principales hallazgos, la conclusión de que entre los alumnos de segundo grado de secundaria hubo una disminución en el rendimiento promedio en las pruebas de lecturas de 15 puntos entre 2021 y 2019.
Con respecto a la prueba de matemáticas, hubo una tendencia creciente en los exámenes en el periodo prepandemia, al pasar de 586 puntos en 2015 hasta 615 puntos en promedio en 2019. Esta tendencia creciente se vio interrumpida y en 2021 se registró una disminución de 13 puntos (602 puntos en promedio). Esta caída en las pruebas muestra que la pandemia causó un retroceso de 3 años en el aprendizaje a nivel nacional, algo considerable a tomar en cuenta.
En ese marco, Dora Véliz, especialista pedagógica de Tutorez Perú, manifestó que las clases particulares son oportunidades personalizadas de apoyo al estudiante, que están a cargo de un profesor especializado, cuya finalidad es acompañar y esclarecer lo que el estudiante necesita para superar las dificultades que se le presentan durante el proceso de aprendizaje. Además, la especialista brinda algunas recomendaciones y ventajas de este apoyo estudiantil.
De esta manera, contratar los servicios de un profesor particular es una de las formas más efectivas de conseguir que los niños mejoren académicamente. Este se adaptará a las necesidades de cada uno de sus alumnos y a su nivel de estudios, es decir, impartirá clases completamente personalizadas.
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