POR: Estefany Valladares

Aunque a esas edades y descuida o pierde el interés por estudiar, tu rol como mamá o papá es guiarlo y ayudarlo a encontrar la motivación que lo impulse a continuar y lograr el éxito académico.

Para la psicóloga Juliana Sequera, se debe buscar el origen del problema. A veces la culpa de esa desmotivación no solo es flojera o irresponsabilidad, podría haber un problema emocional de fondo que no permite que tu engreído se desarrolle plenamente en el colegio o academia.

La especialista nos brinda cinco consejos para ayudar a los adolescentes:

1. Conoce el origen del problema. “Quizás es víctima de bullying, tiene mucha presión, un trastorno de aprendizaje o un tema emocional”, explica.

2. Habla sobre su futuro. Explícale que cada paso dado es un objetivo cumplido. Eso lo motivará.

Motívalo con amor y comprensión.
Motívalo con amor y comprensión.

3. No te escudes. En que son cosas de adolescentes. Si lo dejas pasar, tu hijo fracasará.

4. Procura tener un espacio personal en casa y evita los distractores a su alrededor.

5. Y no olvides ofrecerle cariño, tanto en los premios como en la retirada de los mismos, pues las expresiones de amor hacia tu hijo nunca deben emplearse como moneda de cambio.

Sabías que...

Cuando los adolescentes saben que pueden hablar abiertamente de sus problemas con sus padres, los desafíos académicos son más fáciles de enfrentar.

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Si no implica un riesgo, ¡Deja que tu hijo vea a su papá!

Experto recomienda no involucrarlos en problemas de adultos. Los chicos tienen derecho de conocer y convivir con su padre siempre y cuando no represente ningún peligro.

Deja que tu hijo vea a su papá.
Deja que tu hijo vea a su papá.

Hace poco se conoció la noticia de que una  Lamentablemente, no es la única mujer que recurre a estos mecanismos para vengarse de su expareja o hacerle la vida imposible, sin darse cuenta de que los únicos perjudicados serán sus propios hijos.

Así lo advierte la psicóloga Laura Ruiz, quien indica que muchas veces, luego de una separación que culminó en malos términos y donde hay hijos pequeños de por medio, uno de los padres no permite que el otro se comunique con los menores. Esta actitud no se puede defender bajo ninguna teoría, pues con eso los más afectados son los niños.

“Los chicos que no ven a sus padres acumulan mucha rabia y resentimiento, lo que termina generándoles ansiedad. Hay muchos jóvenes y niños que tienen problemas de conducta y aprendizaje y el trasfondo es porque llevan una carga de ansiedad y sufrimiento por no ver a uno de sus padres”, asevera.

Agrega que los daños emocionales son profundos y están relacionados con una baja autoestima, desconfianza, temor al rechazo y al abandono, y mucha inseguridad con ellos mismos. Recordemos que la figura paterna es importante en el desarrollo de los pequeños de la casa.

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