‘Cada vez lo haces mejor’, ‘todo se puede’ y ‘lo lograrás’ son frases poderosas en la mente de los niños, porque los empoderan con el valor del optimismo, tan importante para que sean adultos emprendedores y dispuestos a alcanzar todo lo que se propongan.
Para la psicoterapeuta Isabel Ávila, está en manos de los padres y educadores hacer de los niños personas perseverantes. “Los pequeños que aprenden desde temprana edad a ver el lado positivo de todo lo que les rodea, viven con una mejor actitud y son más felices, sin frustraciones ni miedos”, remarca.
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La especialista recomienda que los padres eviten limitar a sus hijos con insultos o etiquetas. Por el contrario, hay que alentarlos a seguir adelante, sin importar que hayan sacado una baja nota en la escuela o perdido en un juego.
Esas son situaciones en que los padres deben recalcarles a sus hijos que siempre habrá una oportunidad para hacer mejor las cosas. “Se tiene que educar con el corazón y no con la cólera del momento, nada de insultos ni frases castradoras. Decirles que ‘sí se puede’ tiene un impacto positivo y mayor”, puntualiza.