No nos damos cuenta, pero estamos cercados por un mundo invisible que se extiende a nuestro alrededor. Es un universo microscópico habitado por miles y miles de millones de individuos que ¡están en todas partes!
Algunos están instalados en nuestros hogares, piel y hasta en nuestro cuerpo.
Se trata de los microbios. Son formas de vida tan pequeñas que solo podemos verlas con un microscopio. Son tan ínfimas que con solo los que tenemos en la palma de la mano superan a toda la gente que vive en la Tierra.
Suman tantos ya que se adaptan a todo: algunos pueden vivir en el frío, otros en el calor, con o sin oxígeno.
Presentan distintas formas y tamaños. Algunos microbios nos son útiles, incluso beneficiosos, pero otros nos hacen mucho daño.
Los principales microbios pueden ser virus, hongos y bacterias.
Las bacterias pueden producirnos enfermedades, pero también las usamos para fabricar cosas como el yogur, el queso o el papel.
El hongo más conocido es la levadura, con la que se hace el pan. Con otros como la penicilina se pueden hacer medicinas para curarnos de enfermedades. Y finalmente están los virus, causantes de males muy peligrosos y difíciles de eliminar.
El Sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) es, sin duda, el virus que más preocupa a los médicos, porque aún no existe una cura que lo erradique por completo.
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