Norman Rosales Ganto (47) lidera el minimarket ‘Rosales’ desde hace un año. Pero la historia del negocio comienza en 1985, cuando la matriarca de la familia decidió techar su cochera y abrir la bodega ‘Luchita’, ubicada en una esquina de la avenida Retablo, en Comas.
“En el 2016 yo tomé la batuta, pero tuve que viajar a Italia, así que mi hermano se quedó a cargo. Recién el año pasado volví y seguimos en esto. No pararemos hasta convertir la tienda en un gran minimarket con ventas al por mayor y menor. Gracias a Dios todo será posible”, se alienta así mismo el dueño.
El negocio, además de estar estratégicamente ubicado en una esquina y cerca de universidades y colegios, ofrece productos de primera necesidad, panadería, artículos de limpieza, útiles de escritorio, golosinas, etc. “En pandemia arrancamos con el delivery y lo mantenemos hasta hoy porque es una gran ayuda”, indica.
CUALIDADES
Para el negociante, hay características innegables que debe tener un buen bodeguero y que, por supuesto, él las pone en práctica.
“Buen trato al cliente; tener productos diferenciados y bien stockeados; precios y descuentos justos, y mantener el entusiasmo de hacer crecer el negocio”, menciona con especial ahínco.
REDES SOCIALES
Don Norman reconoce que las redes sociales son sus grandes aliadas en la publicidad del negocio, por eso se organiza muy bien para dedicarle un ‘tiempito’ a publicar promociones, ofertas y videos divertidos en las cuentas de Facebook y TikTok de la tienda.
“Soy muy bueno para las redes, no me da vergüenza; al contrario, es una herramienta muy útil y hay que aprovecharla. Gracias a las capacitaciones de la Asociación de Bodegueros del Perú (ABP) he aprendido los trucos digitales, a lidiar con proveedores y hasta aspectos contables del negocio”, revela.
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