Uno de los momentos más emocionantes para los padres de familia es cuando el bebé es capaz de desplazarse por sí solo, apoyando sus manitos y pies sobre el piso.
Al igual que los primeros pasos, este avance en el desarrollo supone la posibilidad de que el bebé gane mayor independencia.
La licenciada Carmen Landázuri, coordinadora del Club de los Bebés Exploradores, nos explica cinco de los beneficios de gatear:
1. Conecta los hemisferios cerebrales y crea rutas de información para la maduración de los diferentes procesos mentales.
2. Desarrolla la función neurológica que hace posible el desplazamiento corporal y equilibrio del cuerpo humano. Ese movimiento comprende caderas y hombros.
3. Al gatear se tonifican de manera adecuada los músculos que, más adelante, permitirán que el niño mantenga la columna perfectamente recta cuando esté maduro para poder ponerse de pie.
4. Desarrolla el tacto. Esto tiene una serie de ventajas de manualidad fina, que luego influirán en la escritura. Además, la palma de la mano envía información al cerebro de dónde está y de las diferentes sensaciones y texturas que siente.
5. Ayuda a poder escribir en el futuro. Mediante el gateo se va desarrollando la coordinación cerebral ojo-mano. Cuando el niño gatea, se establece entre ambos una distancia similar a la que, más adelante, habrá entre ojo y mano a la hora de leer y escribir.
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